
Dos hombres sobrevivieron a accidentes aéreos distintos, con 27 años de diferencia, mientras ocupaban el mismo asiento en el avión: el 11A. La coincidencia ha generado asombro y debate.
Un asiento, dos sobrevivientes y una coincidencia que desafía las probabilidades
En el mundo de la aviación, la seguridad está respaldada por cifras, normas y estadísticas. Sin embargo, dos casos separados por casi tres décadas han llamado la atención por una coincidencia inusual: dos pasajeros sobrevivieron a accidentes aéreos distintos ocupando el mismo asiento, el 11A.
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El hecho más reciente ocurrió el 12 de junio en la India, cuando un vuelo de Air India con destino a Londres sufrió un siniestro apenas treinta segundos después del despegue. El Boeing 787-8 Dreamliner se estrelló contra una residencia estudiantil, provocando la muerte de 241 personas. Solo un pasajero logró sobrevivir: Vishwash Kumar Ramesh, un ciudadano británico de 40 años que viajaba en el asiento 11A, junto a una salida de emergencia. Fue encontrado con lesiones menores, caminando entre los restos del avión.
El otro caso se remonta al 11 de diciembre de 1998 en Tailandia. Aquel día, el vuelo 261 de Thai Airways intentaba aterrizar en Surat Thani bajo condiciones meteorológicas extremas debido a la tormenta tropical Gil. El avión se estrelló en una plantación de caucho, dejando 101 víctimas fatales. Ruangsak Loychusak, quien entonces tenía 20 años y ocupaba también el asiento 11A, fue el único sobreviviente. Actualmente es una figura pública en Tailandia. Pese a sufrir graves heridas, logró recuperarse con el tiempo.
Ambos casos han sido retomados por los medios y en redes sociales, generando especulaciones sobre el asiento 11A. El propio Loychusak expresó su sorpresa al conocer la historia de Ramesh. “Tuve escalofríos”, escribió en su cuenta de Facebook, donde compartió su experiencia y la coincidencia. La publicación superó las 13 mil reacciones.
¿Es el 11A un lugar más seguro?
Especialistas en seguridad aérea señalan que no existe evidencia científica que relacione un número de asiento específico con mayores probabilidades de sobrevivencia. De acuerdo con un análisis de la agencia Reuters, basado en datos de la Administración Federal de Aviación (FAA) de EE.UU., los asientos con menor índice de mortalidad suelen estar ubicados en la parte trasera, particularmente los centrales.
No obstante, la proximidad a las salidas de emergencia sí es un factor determinante. El investigador Edwin Galea, de la Universidad de Greenwich, ha analizado más de 100 incidentes aéreos y sostiene que quienes se ubican a no más de cinco filas de una salida tienen mayores posibilidades de escapar con vida.
En los dos accidentes mencionados, el asiento 11A estaba localizado junto a una salida de emergencia en la parte frontal del avión, lo que podría haber influido en la posibilidad de escape. Irónicamente, algunos modelos de aeronave colocan ese asiento en una sección sin ventana, lo que le ha ganado fama de ser incómodo. Sin embargo, en estos dos eventos, esa ubicación jugó a favor de la supervivencia.
Aunque la coincidencia ha capturado la atención del público, los expertos insisten en que la seguridad en vuelos comerciales depende de múltiples factores y no de supersticiones o números de asiento. Aun así, la historia del 11A continúa alimentando la fascinación de quienes buscan sentido en lo improbable.
Con información de Excelsior