
Con los jóvenes como grupo de mayor riesgo, la constante exposición a “vidas perfectas” en internet genera sentimientos de inferioridad.
El impacto de la era digital impulsa el aumento en los suicidios. El ciberacoso y la exposición a contenidos violentos contribuyen de manera significativa a la ideación suicida, alertan expertos. La vida digital está dejando una huella preocupante en la salud mental de adolescentes y jóvenes. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), quienes sufren acoso en redes sociales tienen de dos a tres veces más probabilidades de intentar suicidarse. La constante exposición a “vidas perfectas” en internet genera sentimientos de inferioridad, distorsiona la autoimagen y eleva la vulnerabilidad a la depresión y la ansiedad.
Cada 10 de septiembre se celebra el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, un problema que, según la OMS, causa una muerte cada 43 segundos en el mundo y supera los 800 mil fallecimientos anuales. En México, en 2024, el número de muertes por suicidio alcanzó las nueve mil. Aunque la tasa nacional disminuyó ligeramente —de 7.0 a 6.9 por cada 100 mil habitantes—, el 81% de los fallecidos eran hombres, principalmente jóvenes de 15 a 34 años. Se destacó que las redes sociales, aunque pueden ofrecer apoyo, también representan un factor de riesgo. “El ciberacoso y la exposición a contenidos violentos aumentan considerablemente la ideación suicida. Los adolescentes operan en un entorno digital donde la validación depende de la aprobación externa, y la comparación social afecta gravemente su autoestima”, afirmó.
El suicidio es un fenómeno complejo en el que influyen diversos factores, como la depresión, presente en más de la mitad de los casos, además de ansiedad, consumo de alcohol y drogas, violencia familiar y exclusión social.
Los grupos más vulnerables en México son personas de 10 a 29 años, hombres de 20 a 39, niños y preadolescentes de 10 a 14 años, y mujeres jóvenes, quienes también presentan un mayor número de intentos no fatales. También enfrentan riesgos las poblaciones LGBTQ+ y comunidades rurales o indígenas.
Identificar señales de advertencia es fundamental: expresiones de desesperanza, aislamiento, regalar objetos o investigar métodos para suicidarse pueden ser indicios de un intento inminente. En los adolescentes, se observan autolesiones y publicaciones en redes sociales con referencias a la muerte.
Entre el 25 y 50% de los casos está relacionado con el consumo de alcohol u otras drogas.