El correcto lavado de manos es la mejor “vacuna” que uno mismo puede aplicarse contra enfermedades como la diarrea o el COVID-19
El Día Mundial del Lavado de Manos refuerza el movimiento a favor de un gesto tan simple que cada año puede salvar millones de vidas, y que este año de pandemia, ha cobrado más importancia que nunca como la mejor “vacuna” que uno mismo puede aplicarse.
Porque sí, el lavado de manos con agua y jabón puede ser el elemento clave para garantizar la supervivencia de millones de personas, sobre todo niños que son los más vulnerables a enfermedades como la diarrea y las infecciones respiratorias.
¿Sabían que estas enfermedades causan la muerte de 3.5 millones de niños y cada año, y afectan a la salud de millones más? Tanto en países en desarrollo como en países industrializados.
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El principal mensaje de la efeméride es que, si todos nos lavamos con agua y jabón en momentos clave, ahorraríamos mucho dinero en la prevención de enfermedades como el cólera o la COVID-19 y se ayuda a combatir el aumento en la resistencia a los antibióticos, además de las vidas, por supuesto.
Momentos clave para el lavado de manos
- Antes, durante y después de preparar alimentos.
- Antes de comer.
- Antes y después de cuidar a alguien en su casa que tenga vómitos o diarrea.
- Después de estar en un lugar público y tocar un artículo o una superficie que otras personas podrían tocar frecuentemente, como las manijas de las puertas, las mesas, los surtidores de gasolina, los carritos para las compras, las pantallas o cajas registradoras electrónicas, etc.
- Antes de tocarnos los ojos, la nariz o la boca porque así es como entran los microbios al cuerpo.
- Antes y después de tratar una cortadura o una herida.
- Después de ir al baño.
- Después de cambiar pañales o limpiar a un niño que haya ido al baño
- Después de sonarse la nariz, toser o estornudar.
- Después de tocar a un animal, alimento para animales o excrementos de animales.
- Después de manipular alimentos o golosinas para mascotas.
- Después de tocar la basura.
Además de garantizar el acceso al agua y el jabón, en países con deficientes niveles de desarrollo como los africanos, en donde mucha gente usa cenizas o arena para su aseo personal.
Pero ojo, que lavarse las manos no es realizar un enjuague rápido, sino que debemos aplicar correctamente una serie de sencillos pasos:
- Mojarnos las manos con agua corriente limpia (cerrar el grifo) y enjabonarse las manos.
- Frotarnos las manos con el jabón hasta que haga espuma por el dorso, entre los dedos y debajo de las uñas.
- Restregarse las manos por al menos 20 segundos.
- Enjuagar bien las manos con agua corriente limpia.
- Secarnos con una toalla limpia o al aire.
En caso de no tener agua y jabón a nuestro alcance, podemos usar gel desinfectante que contenga por lo menos una base de 60 %; pero en ningún caso es un sustituto, pues no eliminan todos los tipos de microbios, podrían no tener la misma eficacia cuando las manos están visiblemente sucias o grasosas y podrían no eliminar sustancias químicas perjudiciales, como pesticidas o metales pesados.
IPR
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