
Aunque volar es una de las formas más seguras de viajar, un reciente accidente reaviva la pregunta: ¿existe un asiento que aumente las probabilidades de sobrevivir?
El reciente accidente del vuelo AI171 de Air India, que partía desde Ahmedabad rumbo a Londres, ha generado inquietud sobre la seguridad aérea. La tragedia dejó más de 200 fallecidos, pero una historia de supervivencia ha captado la atención mundial: un solo pasajero logró salir con vida. Vishwash Kumar Ramesh, quien ocupaba el asiento 11A, fue hallado caminando por una zona residencial, apenas con heridas menores, tras escapar del devastador siniestro.
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Este hecho reavivó una vieja interrogante entre los viajeros: ¿existe una ubicación más segura dentro del avión? Aunque las autoridades insisten en que ningún asiento garantiza la supervivencia absoluta, investigaciones previas han identificado ciertas tendencias que vale la pena considerar.
Especialistas en aviación coinciden en que la ubicación del pasajero puede influir en su probabilidad de salir ileso, siempre dependiendo del tipo de accidente. Por ejemplo, si el impacto ocurre en la parte frontal, los asientos traseros podrían ofrecer mayor protección.
Un estudio citado por la revista Time señala que los asientos centrales en la parte trasera del avión mostraron la menor tasa de mortalidad, con un 28 %. Por contraste, quienes viajaban en los pasillos del centro presentaron una tasa del 44 %. Esto sugiere que, si bien no hay garantías, algunas áreas podrían ofrecer una ventaja estadística.
“Todo depende de la dinámica del choque”, explicó el investigador Daniel Kwasi Adjekum, de la Universidad de Dakota del Norte, en entrevista con Live Science. Las variaciones entre tipos de accidente –como explosiones, salidas de pista o colapsos en vuelo– hacen imposible establecer una regla única.
Además de la ubicación longitudinal, el lugar específico en la fila también puede influir. Los asientos del medio podrían ofrecer cierta protección adicional al estar flanqueados por otros pasajeros, lo que actúa como amortiguador en caso de impacto. Por otro lado, la zona sobre las alas, aunque estructuralmente reforzada y próxima a salidas de emergencia, se encuentra también encima de los tanques de combustible, lo cual puede aumentar el riesgo en situaciones con fuego.
Más allá del asiento, los expertos señalan que la preparación y respuesta del pasajero son factores clave. Entre las recomendaciones más destacadas para aumentar las posibilidades de sobrevivir están:
- Identificar la salida de emergencia más cercana y contar cuántas filas la separan de tu asiento.
- Prestar atención a las instrucciones de seguridad, incluso si ya las conoces.
- Mantener el cinturón abrochado durante todo el vuelo.
- Conservar la calma durante una emergencia y actuar con rapidez.
Aunque casos como el de Ramesh son excepcionales y no definen una norma, sí motivan a revisar las precauciones que cada pasajero puede adoptar. Al final, si bien la elección del asiento puede ofrecer una pequeña ventaja, la clave está en la preparación y la respuesta ante lo inesperado.
Volando o en tierra, la seguridad también empieza por uno mismo.