
El sacerdote polaco, conocido por su estilo espontáneo, provocó carcajadas al bromear sobre la identidad cultural latina durante una ceremonia en Las Vegas.
El padre Adam Kotas, famoso por su carisma y cercanía con la comunidad hispana, volvió a causar sensación en redes sociales tras protagonizar un momento lleno de humor durante un bautizo en el Santuario San Benito, en Las Vegas, Nevada.
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Mientras oficiaba la ceremonia, el sacerdote reaccionó con una sonrisa al escuchar que el bebé a bautizarse se llamaba Matthew, hijo de una pareja mexicana. Entre risas, comentó:
“Aunque le pongas Matthew, se le nota el nopal en la frente… la tortilla siempre la va a tener pegada.”
El comentario, captado en video por uno de los asistentes, rápidamente se volvió viral en TikTok, donde superó el millón de reproducciones y generó miles de reacciones.
En los comentarios, los usuarios destacaron el sentido del humor del religioso con frases como “nos dio agua bendita y marketing” o “el padre es como un Sheldon Cooper, pero católico”. Otros, en cambio, consideraron que la broma pudo ser algo subida de tono. Aun así, la mayoría coincidió en que el momento reflejó la calidez y cercanía del padre con la comunidad latina.
Un sacerdote fuera de lo común
Originario de Polonia, Adam Kotas se ha convertido en un referente entre los fieles hispanos en Estados Unidos. Su estilo directo y jovial ha conquistado a miles de seguidores en Facebook, TikTok y YouTube, donde comparte reflexiones de fe mezcladas con humor e historias cotidianas.
“El mensaje de Dios también puede llegar con una sonrisa”, suele decir Kotas, quien apuesta por un enfoque pastoral moderno, empático y accesible para las nuevas generaciones.
La fe y el humor en tiempos digitales
El caso del padre Kotas evidencia cómo algunos líderes religiosos han sabido adaptarse a la era de las redes sociales, utilizando el lenguaje del entretenimiento para transmitir mensajes espirituales.
De acuerdo con expertos en comunicación religiosa, figuras como la suya demuestran que la risa puede ser un puente poderoso entre la fe y la vida diaria, conectando a la Iglesia con públicos que tradicionalmente se mantenían alejados del púlpito.
Con información de Excelsior