Francisco presenta problemas en las vías respiratorias, por lo que se ajustará su tratamiento.
El papa Francisco, quien fue ingresado el viernes en Roma debido a una bronquitis, presenta “un cuadro clínico complejo”, informó ayer el Vaticano. Por lo tanto, el pontífice de 88 años continuará hospitalizado.
Debido a esta situación, se canceló la audiencia semanal del próximo miércoles del papa Francisco.
Una fuente cercana al papa Francisco indicó a la agencia AFP que no había “motivo de alarma” tras su ingreso al hospital Gemelli de Roma.
Por su parte, Matteo Bruni, director de la oficina de prensa del Vaticano, afirmó que el Papa se encontraba “de buen humor” y señaló que “durmió bien y pasó una noche tranquila”.
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Antes de ser hospitalizado el viernes pasado, el papa Francisco, quien en su juventud se sometió a una ablación parcial de un pulmón, había mostrado debilidad, con el rostro hinchado y dificultad para respirar. En varias ocasiones, tuvo que delegar la lectura de sus discursos a sus asistentes.
A pesar de sus problemas de salud, como los de cadera y los dolores en la rodilla que lo obligan a usar silla de ruedas, el Papa ha mantenido su agenda apretada y afirmó que no tenía intención de reducir su ritmo.
La hospitalización de Francisco, la cuarta en menos de cuatro años, ha renovado las preocupaciones sobre su delicada salud, especialmente considerando que 2025 será un año jubilar para la Iglesia católica, lo que implica una extensa serie de eventos, muchos de los cuales estarán presididos por el papa Francisco.
