
En Edimburgo existe una tumba que intriga a fans de Harry Potter por su misteriosa coincidencia con el nombre real del villano Voldemort: Tom Riddle
Entre los senderos del cementerio Greyfriars Kirkyard, en Edimburgo, Escocia, se encuentra una tumba que ha llamado la atención de millones de seguidores del universo Harry Potter. Grabado en una lápida modesta aparece el nombre de Thomas Riddell, un capitán del ejército británico fallecido en el siglo XIX. A pesar de que J.K. Rowling nunca confirmó que esta sepultura haya sido la fuente directa para crear a su icónico villano, la coincidencia con el nombre original de Lord Voldemort ha despertado el interés de visitantes de todo el mundo.
En la saga creada por Rowling, el nombre completo del antagonista es Tom Marvolo Riddle, el cual forma el anagrama de I am Lord Voldemort. Aunque el personaje es completamente ficticio, la tumba real se ha convertido en una parada obligada para los fanáticos que buscan rastrear los orígenes del mundo mágico. Según diversas entrevistas, la autora solía caminar por este cementerio mientras escribía los primeros libros de la serie, lo que ha avivado las teorías sobre una posible inspiración.
Greyfriars Kirkyard no solo alberga la tumba de Riddell, sino que también contiene otras referencias que han sido relacionadas con personajes de la saga. Una de ellas es la de William McGonagall, poeta escocés cuyo apellido fue utilizado para nombrar a la estricta pero entrañable profesora Minerva McGonagall. También se encuentran inscripciones con los apellidos Moodie y Scrymgeour, que coinciden con nombres usados en los libros.
A unos pasos del cementerio se localiza la escuela George Heriot’s School, cuya imponente arquitectura gótica ha sido vinculada con la apariencia de Hogwarts, aunque sin confirmación oficial de la autora. Otro elemento del universo de Rowling inspirado en Escocia es el famoso tren escénico The Jacobite Steam Train, el cual atraviesa las Highlands y cruza el viaducto de Glenfinnan, trayecto inmortalizado como el del Expreso de Hogwarts.
Sobre el origen del nombre Voldemort, Rowling ha explicado que deriva del francés “vol de mort”, que puede interpretarse como “robo” o “huida de la muerte”, en clara alusión a la obsesión del personaje con la inmortalidad. La escritora desarrolló gran parte de la historia mientras residía en Edimburgo, escribiendo en cafeterías como The Elephant House y Nicolson’s Café. Varias de las ideas, nombres y escenarios surgieron de calles, letreros y rincones de la ciudad que formaron parte de su día a día.
Hoy, Greyfriars Kirkyard se ha transformado en un punto turístico literario. Existen recorridos guiados para quienes desean descubrir los vínculos entre Edimburgo y el universo mágico que transformó a una generación entera. Aunque nunca sabremos con certeza si la tumba de Thomas Riddell fue la chispa original para crear al temido mago oscuro, sí podemos afirmar que forma parte del fascinante legado de una de las sagas más leídas en la historia moderna.