
Con 57 votos a favor, el Congreso de El Salvador aprobó una reforma que permite la reelección presidencial indefinida y elimina la segunda vuelta electoral
El Congreso de El Salvador aprobó este jueves una serie de reformas constitucionales que abren la puerta a la reelección indefinida del presidente Nayib Bukele, eliminan el balotaje y extienden el periodo presidencial de cinco a seis años. Con una votación dominada por el oficialismo, la medida fue impulsada de forma acelerada, justo antes del inicio de un periodo vacacional en la capital.
El dictamen fue respaldado por 57 diputados del partido Nuevas Ideas y sus aliados, de un total de 60 escaños legislativos, sin pasar por un proceso de debate amplio ni consulta pública. “Gracias por hacer historia, colegas diputados”, expresó Ernesto Castro, presidente de la Asamblea Legislativa.
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La iniciativa fue presentada por Nuevas Ideas, partido cercano a Bukele, y contempla además sincronizar elecciones presidenciales, legislativas y municipales. Para ello, el mandato actual del presidente, que inició en 2024, se acortará dos años, concluyendo en 2027 para permitir comicios conjuntos.
La aprobación de estas reformas generó fuertes críticas por parte de legisladores opositores y organizaciones defensoras de derechos humanos. “Este día ha muerto la democracia en El Salvador. Se quitaron las máscaras”, denunció la diputada Marcela Villatoro, al tiempo que calificó de “cínicos” a los legisladores oficialistas por hacerlo en vísperas de vacaciones.
Desde la organización Cristosal, que ha denunciado represión y se ha exiliado, Noah Bullock advirtió que la reforma cambia el sistema político sin transparencia: “El día antes de las vacaciones, sin debate, sin informar a la ciudadanía, en una sola votación legislativa, cambiaron el sistema político para permitir que el presidente se perpetúe en el poder indefinidamente”.
Bukele, de 44 años, asumió su segundo mandato consecutivo en junio de 2024, luego de una decisión de la Corte Suprema que habilitó su reelección inmediata, pese a que la Constitución salvadoreña lo prohibía. Aun con señalamientos de autoritarismo, conserva una alta popularidad por su estrategia de seguridad contra las pandillas.
Sin embargo, organizaciones internacionales como Human Rights Watch han advertido sobre el rumbo del país. Juanita Goebertus, directora de HRW, señaló: “Con la reelección presidencial indefinida, El Salvador recorre el mismo camino que Venezuela”.
Por su parte, la diputada Claudia Ortiz aseguró que estas reformas buscan “perpetuar a un pequeño grupo en el poder, seguir acumulando recursos y dejar a la gente cada vez más pobre”. Añadió: “Esto es un abuso de poder y es una caricaturización de la democracia”.
A pesar de las críticas, la diputada oficialista Suecy Callejas defendió la medida y negó que se busque instaurar un régimen permanente: “En ningún momento se busca que se quede un solo presidente y nunca más hayan elecciones en El Salvador. Eso no es cierto”.
La aprobación de estas reformas marca un nuevo capítulo en la concentración de poder del Ejecutivo, en un contexto donde decenas de periodistas y defensores de derechos humanos han salido del país denunciando persecución. Críticos advierten que con este paso se debilitan aún más los contrapesos institucionales en El Salvador.