
Israel enfrenta una emergencia nacional por incendios forestales que avanzan con fuerza hacia Jerusalén, alimentados por viento y altas temperaturas
Una serie de incendios forestales de gran magnitud mantienen en vilo a las autoridades israelíes tras haberse desatado en zonas boscosas al oeste de Jerusalén. La combinación de temperaturas extremas, vegetación seca y fuertes vientos ha provocado una rápida expansión del fuego, obligando a evacuar comunidades enteras y a cerrar importantes rutas de comunicación entre las principales ciudades del país.
El primer ministro Benjamin Netanyahu advirtió este miércoles que la situación es crítica y podría agravarse en las próximas horas. “El viento del oeste puede empujar fácilmente el fuego hacia los barrios de las afueras (de Jerusalén), e incluso hacia la propia ciudad”, expresó en un video difundido por su oficina. Y agregó: “En este momento, la prioridad es proteger Jerusalén”, calificando el escenario como una “emergencia nacional”.
Los incendios, descritos por las autoridades como los más intensos de la última década, ya han causado al menos 23 heridos leves, de acuerdo con el reporte de los Servicios de Emergencia Magen David Adom (MDA), que se mantienen en máxima alerta. El comandante de bomberos Eyal Caspi reconoció: “Probablemente estamos enfrentando el mayor incendio en Israel en una década”.
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Para hacer frente al avance incontrolable de las llamas, el Ministro de Defensa, Israel Katz, ordenó desplegar fuerzas del ejército. “Estamos en situación de emergencia nacional y todas las fuerzas disponibles deben movilizarse para salvar vidas y controlar los incendios”, afirmó. Las tropas llegaron por la tarde y comenzaron a colaborar con las tareas de evacuación, según reportó un corresponsal de AFP presente en la zona afectada.
Los puntos más golpeados se localizan a unos 30 kilómetros al oeste de Jerusalén, en áreas cercanas a Latrun y Bet Shemesh. Allí, helicópteros sobrevuelan para contener el fuego mientras brigadas terrestres intentan proteger las zonas urbanas. La carretera que conecta Jerusalén con Tel Aviv fue cerrada temporalmente por motivos de seguridad, y al menos cinco localidades fueron desalojadas por orden de la policía.
Las imágenes que circulan en redes sociales y medios locales muestran columnas densas de humo y vehículos abandonados a toda prisa por conductores que escapaban del fuego. Saar Shai, socorrista de MDA, detalló que además de ambulancias, se movilizaron motociclistas para asistir a personas atrapadas entre los incendios y los atascos viales.
“Varios equipos de personal médico, unidades de cuidados intensivos y vehículos de respuesta inmediata están brindando apoyo médico a las operaciones de extinción de incendios cerca de Neve Shalom y Eshtaol”, informaron los servicios de emergencia.
En respuesta internacional, Netanyahu anunció que se esperaba el arribo de tres aviones cisterna provenientes de Italia y Croacia para reforzar el combate aéreo contra las llamas.
El ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, se desplazó a las zonas afectadas y declaró en un video: “Se están haciendo esfuerzos adicionales para ayudar a los residentes atrapados”.
El impacto también alcanzó el ámbito social y cultural. La ministra Miri Regev, responsable de la organización de actos oficiales, confirmó la cancelación del evento central del Día de la Independencia, que debía celebrarse en Jerusalén. El ayuntamiento capitalino suspendió además todas las actividades programadas para este día festivo. Ben Gvir respaldó esta decisión, subrayando que era prioritario liberar a los cuerpos de emergencia de cualquier compromiso para que pudieran “prepararse para el deterioro de las condiciones climáticas”.
El país permanece en estado de alerta mientras continúa el combate contra las llamas. Las autoridades piden a la población mantenerse informada y seguir las instrucciones de seguridad ante un escenario que podría agravarse en las próximas horas si no se logra contener la expansión del fuego.