La popularidad del producto está ligada al enfrentamiento por aranceles entre Beijing y Washington, en medio de una severa guerra comercial
En medio de la lucha arancelaria que mantienen China y Estados Unidos, los consumidores chinos están manifestando su inconformidad y desprecio hacia el mandatario estadounidense por las decisiones económicas que está tomando y que afectan su nación.
De esta forma, algunos vendedores han desarrollado unos cepillos para retretes con la forma de la cabeza de Donald Trump, los cuales se han vuelto muy populares en el país.
Esta forma de expresión y manifestación en contra de la guerra comercial que se ha desarrollado con el gigante asiático, ha sido bien recibida por los consumidores quienes pueden adquirir esta pieza a un costo de alrededor de 20 yuanes (unos 3 dólares), a través de la platadorma Taobao, el equivalente chino a eBay.
Una de esas versiones luce un traje azul marino, una camisa blanca y una corbata roja en el mango y su “cabello” plástico es anaranjado, que se utiliza para limpiar la suciedad del inodoro.
El cepillo de 37 centímetros de largo viene con un soporte de color naranja, en el que se hunde el cabello de la figura que representa a Trump.
Este no es el primer producto de uso sanitario con la imagen de Trump. Ya que en meses pasados se había lanzado un papel higiénico con su foto, el cual también era producido en Estados Unidos.
Además de estas expresiones, en los medios chinos han utilizado carteles de propaganda y las citas del presidente Mao para recabar el apoyo del público y estimular el sentimiento nacionalista en la guerra comercial.
“Todas las guerras comerciales son tigres de papel”, dice un cartel de propaganda de estilo comunista que muestra a los soldados del Ejército Popular de Liberación pisando un montón de cráneos.
El afiche evoca una frase el padre fundador del país, Mao Zedong, quien en 1956 dijo que “el imperialismo de Estados Unidos es un tigre de papel”.
Trump, quien ha estado incrementando los aranceles a los productos chinos desde 2018, los aumentó a un 25 por ciento el viernes pasado, en una medida que según los economistas afectará a los consumidores estadounidenses.
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