Se sospecha que las huellas del ave debieron quedar expuestas tras el desbordamiento del río, ocurrido en noviembre pasado
Un conductor de tractor de Nueva Zelanda jamás imagino que durante un paseo con su perro haría un hallazgo insólito.
Michael Johnston hizo el hallazgo de las huellas fosilizadas de un moa, un ave extinta no voladora de hasta 3,6 metros de altura, en el lecho de un rio.
De acuerdo con información del diario Stuff, el hombre al descubrir las huellas marcadas envió un mensaje a través de Facebook a Kane Fleury, curador asistente de ciencia natural del Museo de Otago, quien posteriormente visitó el sitio.
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Es definitivamente el punto culminante de mi carrera”, expresó el el investigador a Stuff.
Me quedé muy impresionado, cuando entré en el agua y vi cómo se conservaron esas huellas casi perfectamente… ya que es muy poco común ver huellas tan nítidas”, describió.
Fleury sospecha que las huellas del ave debieron quedar expuestas tras el desbordamiento del río, ocurrido en noviembre pasado.
Esta especie fue exterminada por la caza de los humanos. Vivían en pequeños grupos familiares, se alimentaban de hojas y no volaban, tampoco tenían depredadores naturales.
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