
Una disputa por cambios de última hora al nuevo órgano de transparencia provocó empujones, agresiones y la suspensión de la sesión en el Congreso capitalino
Una sesión ordinaria del Congreso de la Ciudad de México derivó en un enfrentamiento físico y político entre diputadas del PAN y Morena, luego de que legisladoras de oposición detectaron la intención de introducir una reserva de último momento relacionada con el nuevo órgano de transparencia local.
El conflicto comenzó cuando las diputadas panistas Daniela Álvarez, América Rangel y Laura Álvarez subieron a la tribuna al advertir que Morena buscaba modificar el dictamen previamente acordado. La reserva planteaba eliminar el modelo colegiado de tres comisionados y concentrar la titularidad del órgano en una sola persona, lo que detonó una protesta inmediata.
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Durante la toma de la tribuna se produjeron agresiones físicas. La diputada Daniela Álvarez fue golpeada por Yuriri Ayala, legisladora de Morena y secretaria de la Mesa Directiva, quien le dio un sape y le jaló el cabello. La panista respondió, lo que provocó empujones generalizados dentro del pleno. En medio del altercado, Ayala también forcejeó con Claudia Susana Pérez Romero y otras legisladoras, mientras el presidente de la Mesa Directiva, Jesús Sesma, intentó contener la situación sin lograr restablecer el orden.
Tras los hechos, la confrontación se trasladó al plano político. El coordinador del PAN, Andrés Atayde, subió a tribuna para fijar postura y lanzó el mensaje “Aquí está el PAN y aquí hay mucha oposición”. Sus palabras derivaron en un intercambio directo con la coordinadora de Morena, Xóchitl Bravo, a quien exigió “Que se vote el dictamen como está, y allí jalamos”. La discusión no prosperó y, minutos después, la bancada de Morena decidió abandonar el salón de sesiones.
La crisis legislativa continuó con movimientos paralelos. Alrededor de la una de la tarde, diputadas y diputados de Morena salieron del recinto de Donceles y se dirigieron a la sede alterna del Congreso, ubicada frente al Zócalo, con la intención de reanudar la sesión en el salón Benito Juárez. Legisladores del PAN también se trasladaron al mismo punto.
Sin embargo, cerca de las dos de la tarde, los morenistas regresaron a Donceles y reiniciaron la sesión sin esperar al resto de la bancada panista. En el salón principal sólo se encontraban presentes las diputadas Olivia Garza y América Rangel, mientras la mayoría de la oposición aún no arribada.
Lo ocurrido evidenció la profunda polarización en el Congreso de la Ciudad de México y la falta de consensos en torno al diseño y control del órgano de transparencia, un tema que ha generado tensión constante entre las principales fuerzas políticas del recinto.







