
El presidente Donald Trump anunció un bloqueo total a buques petroleros vinculados a Venezuela y advirtió que la presencia militar de EU en el Caribe seguirá en aumento
El gobierno de Estados Unidos anunció un endurecimiento de su estrategia contra Venezuela al ordenar el bloqueo total de embarcaciones petroleras sancionadas que entren o salgan del país sudamericano, acompañado de un reforzamiento militar en la región del Caribe. La medida fue comunicada directamente por el presidente Donald Trump, quien aseguró que su administración mantendrá la presión hasta lograr la restitución de activos que considera expropiados por el gobierno venezolano.
A través de su red Truth Social, el mandatario justificó la decisión al señalar que “por el robo de nuestros activos y muchas otras razones, como el terrorismo, el narcotráfico y la trata de personas, el régimen venezolano ha sido designado como organización terrorista extranjera”. En el mismo mensaje, Trump sostuvo que la flota estadunidense desplegada en la zona “sólo seguirá creciendo” hasta que Venezuela devuelva “a Estados Unidos de América todo el petróleo, la tierra y otros activos que anteriormente nos robaron”.
La Casa Blanca no ha detallado aún los mecanismos específicos para aplicar el bloqueo naval ni si la Guardia Costera será utilizada para interceptar embarcaciones sancionadas. Sin embargo, fuentes oficiales han confirmado una intensificación del despliegue militar cerca de territorio venezolano, que incluye escuadrones de aviones de combate, aeronaves de alerta temprana, helicópteros antisubmarino, el submarino USS Newport News y el destructor lanzamisiles USS Thomas Hudner.
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El anuncio ocurre después de que fuerzas estadunidenses incautaran, el pasado 10 de diciembre, un buque cisterna sancionado que había salido de Venezuela cargado de crudo. La Casa Blanca afirmó que la embarcación formaba parte de una “red ilícita de envío de petróleo que apoya a organizaciones terroristas extranjeras”. Caracas calificó el hecho como un robo y presentó una denuncia ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
El gobierno venezolano respondió al nuevo anuncio con un comunicado en el que rechazó la “grotesca amenaza” de Trump y acusó a Washington de violar el derecho internacional, el libre comercio y la libre navegabilidad de los océanos. En ese texto también se afirma que “el Presidente de los Estados Unidos pretende imponer un bloqueo militar ‘absolutamente irracional’ para intentar robar la riqueza de Venezuela”.
Antes de la publicación del mensaje presidencial, Nicolás Maduro declaró en un acto público: “El imperialismo y la derecha fascista quiere colonizar Venezuela para apoderarse de la riqueza en petróleo, gas, oro, entre otros minerales. Tenemos un juramento absoluto de defender la patria y en Venezuela triunfe la paz”.
En paralelo, Estados Unidos anunció nuevas sanciones contra seis empresas dedicadas al transporte de crudo y seis buques cisterna. La Oficina de Control de Activos Extranjeros mantiene bajo sanción a más de 200 compañías vinculadas al sector energético, lo que ha obligado a Venezuela a recurrir a buques “fantasma” que comercializan petróleo por debajo del precio de mercado, aunque algunas empresas autorizadas, como Chevron, continúan operando.
En el mismo contexto regional, Washington informó la designación del Clan del Golfo como organización terrorista. El secretario de Estado, Marco Rubio, afirmó que “Estados Unidos continuará utilizando todas las herramientas disponibles para proteger a nuestro país y detener las campañas de violencia y terror cometidas por los cárteles y las organizaciones criminales trasnacionales”, y añadió: “Estamos comprometidos a negarles financiación y recursos a estos terroristas”.







