
ICE ordena ampliar el uso de tobilleras electrónicas a migrantes en libertad supervisada.
Estados Unidos planea expandir el uso de dispositivos de rastreo GPS entre migrantes que enfrentan procesos judiciales.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) emitió una directiva para que sus agentes coloquen tobilleras electrónicas con geolocalización a los migrantes inscritos en el Programa de Alternativas a la Detención (ATD), con el objetivo de reforzar el seguimiento de quienes podrían ser deportados.
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La orden, revelada por The Washington Post mediante un memorándum interno, especifica que los dispositivos deben colocarse “siempre que sea posible” a las personas que ya aceptaron una forma de supervisión obligatoria. Actualmente, hay alrededor de 183 mil adultos migrantes dentro de este programa, aunque sólo 24 mil usan tobilleras en este momento.
Dawnisha M. Helland, subdirectora interina de la División de Gestión de Expedientes de No Detenidos del ICE, precisó que algunas personas quedarán exentas del uso de este dispositivo. En el caso de mujeres embarazadas, por ejemplo, se optará por colocar rastreadores en la muñeca.
“Si el extranjero no ha sido detenido en el momento de la denuncia, se debe incrementar su nivel de supervisión con monitores de tobillo con GPS y elevar los requisitos de presentación”, establece el documento firmado por la funcionaria.
Esta política forma parte del endurecimiento de las medidas migratorias bajo la administración del presidente Donald Trump, quien desde su regreso a la Casa Blanca en enero pasado ha impulsado operativos más agresivos y ha desplegado a la Guardia Nacional y a marines en labores migratorias.
Aunque en sus primeras declaraciones prometió enfocarse únicamente en la deportación de personas con antecedentes criminales, las redadas masivas se han extendido a otros grupos de migrantes. Estas acciones, muchas veces ejecutadas por agentes con el rostro cubierto, han generado múltiples demandas judiciales.
El enfoque migratorio del mandatario ha comenzado a reflejarse en su popularidad. De acuerdo con una encuesta de Reuters/Ipsos, la aprobación ciudadana respecto a su gestión en este tema cayó recientemente al 41%, el nivel más bajo desde que asumió su segundo mandato.
Durante su campaña electoral y al inicio de su gobierno, la política migratoria era uno de los pilares de apoyo más sólidos para Trump, aunque hoy esa percepción parece estar debilitándose.
Con información de Excelsior