
Washington transferirá hasta 7.85 millones de dólares a Costa Rica para apoyar operativos de repatriación de migrantes en tránsito hacia EE.UU., según documentos revelados por Reuters.
Estados Unidos destinará hasta 7.85 millones de dólares para respaldar las deportaciones de migrantes desde Costa Rica, según un documento oficial al que tuvo acceso la agencia Reuters. La medida forma parte de un esquema que refleja acuerdos similares adoptados durante la administración de Joe Biden.
El plan, impulsado por el Departamento de Estado, contempla una transferencia de recursos provenientes del fondo de apoyo económico —tradicionalmente destinado a fomentar el desarrollo en naciones aliadas— hacia el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), con el objetivo de fortalecer los mecanismos de control migratorio en territorio costarricense.
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El documento establece que el DHS colaborará con las autoridades migratorias de Costa Rica para ejecutar operaciones de deportación, en un contexto donde la región ha sido ruta de paso para miles de migrantes rumbo a Estados Unidos. No se ha confirmado la fecha de inicio de estas acciones ni los países hacia los cuales serían retornadas las personas migrantes.
Un portavoz del Departamento de Estado indicó que el programa busca “reforzar la capacidad de Costa Rica para frenar la migración irregular”, mediante asesoría técnica, capacitación y apoyo logístico, incluyendo transporte aéreo para los procedimientos de expulsión.
Antecedentes y críticas
Este nuevo convenio se inspira en parte en un acuerdo firmado en 2024 entre Estados Unidos y Panamá, donde el gobierno estadounidense financió la detención y deportación de migrantes que cruzaban desde Colombia a través del Tapón del Darién. Aquella medida fue duramente cuestionada por defensores de derechos humanos y legisladores demócratas, quienes advirtieron que podría obstaculizar el acceso de poblaciones vulnerables al sistema de asilo estadounidense.
En el caso costarricense, el programa apunta principalmente a migrantes en tránsito por el país centroamericano, aunque el documento también menciona deportaciones de personas sin protecciones legales o motivos humanitarios válidos para permanecer.
Migración y nuevos flujos
La dinámica migratoria en la región ha cambiado en meses recientes. Si bien el flujo desde Colombia hacia el norte ha disminuido, se ha detectado un movimiento inverso de algunos migrantes —particularmente venezolanos— que transitan por Costa Rica rumbo al sur, tras desistir de ingresar a Estados Unidos en medio de una política más restrictiva bajo el gobierno de Donald Trump.
Costa Rica ya había aceptado, a comienzos del año, recibir a 200 migrantes provenientes de África, Asia y Europa que se encontraban en EE.UU. sin autorización legal. Aunque inicialmente se planeó su repatriación, decenas de ellos aún permanecen en el país.
Sin respuestas oficiales
Consultados por Reuters, los ministerios de Seguridad Pública e Inmigración de Costa Rica remitieron las preguntas a la presidencia y la Cancillería, pero hasta ahora no han emitido comentarios públicos sobre el acuerdo.
La iniciativa representa un nuevo capítulo en la estrategia migratoria estadounidense, que en años recientes ha buscado implementar soluciones regionales para controlar los flujos migratorios, muchas veces en colaboración con terceros países, algunos de los cuales enfrentan cuestionamientos en materia de derechos humanos.
Con información de Excelsior