
En redes sociales, varios usuarios habían convocado votaciones masivas para eliminarlo, argumentando que el conductor no había entendido bien la estrategia del juego.
Facundo rompió el silencio y reaccionó con firmeza ante las amenazas que ha recibido luego de su participación en La Casa de los Famosos. Su sorpresiva salida del programa, ocurrida hace dos semanas, desconcertó a gran parte de la audiencia.
Durante su tiempo en el reality, Facundo protagonizó diversos momentos controvertidos: desde una llamada “inusual” con su prometida, escenas en las que se le vio llorando frente a las cámaras, hasta la muy comentada broma que le hizo al exfutbolista Aldo de Nigris. Aunque al inicio mantenía una relación aparentemente cordial con Aldo, integrante del Cuarto Noche, una de sus acciones terminó por generar gran polémica fuera de la casa.
Todo ocurrió durante una actividad del programa, en la que Aldo bailaba sobre un tapete. Facundo, en tono de broma, sacudió violentamente el tapete, lo que provocó que Aldo cayera de forma aparatosa al suelo. Si bien dentro del reality algunos lo tomaron con humor, en redes sociales la escena fue duramente criticada y señalada como una actitud agresiva e irresponsable.
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Según relató el propio Facundo, la situación se desbordó al punto de que comenzaron a llegar amenazas dirigidas a su familia. En una transmisión en vivo, el presentador explicó que, tras su salida de La Casa de los Famosos y su regreso a la vida cotidiana, se enfrentó a una oleada de comentarios negativos en redes, que no habían sido favorables hacia su papel en el programa.
Facundo expresó que las críticas derivadas de la broma a Aldo fueron desmedidas, especialmente porque, según dijo, ya se había disculpado reiteradamente. “Me disculpé como cinco o seis veces”, afirmó, y subrayó que él y Aldo ya habían resuelto el malentendido dentro del programa.
“¿Por qué la mala vibra se propaga tanto y la buena desaparece tan rápido?”, se preguntó el conductor, al describir el impacto emocional que le causaron los ataques dirigidos a su familia, los cuales empezaron mientras él aún permanecía en la casa. Confesó haber sentido impotencia y una gran vulnerabilidad al enterarse de las amenazas estando aislado del exterior.