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Fallece Abimael Guzmán, fundador del grupo guerrillero Sendero Luminoso

Fallece Abimael Guzmán, fundador del grupo guerrillero Sendero Luminoso

El Ministerio de Justicia de Perú anunció la muerte de Abimael Guzmán, fundador y líder histórico del movimiento guerrillero Sendero Luminoso

Abimael Guzmán, el fundador y líder histórico del movimiento guerrillero peruano Sendero Luminoso, falleció este sábado a los 86 años de edad en un hospital militar.

Guzmán falleció por problemas de salud, justo un día antes de que se cumplan 29 años de su captura, informaron este sábado las autoridades de Perú.

Falleció de una infección generalizada a las 6.40 de la mañana”, precisó el ministro de Justicia, Aníbal Torres, cuya cartera está encargada de la agencia carcelaria de Perú.

“Ha fallecido el doctor Abimael Guzmán, la Marina le ha comunicado a su esposa Elena Yparragurre el fallecimiento”, dijo el abogado Alfredo Crespo por teléfono a AFP. 

“Ella ha pedido a las autoridades que le entreguen los restos”, agregó.

La autoridad penitenciaria señaló en un comunicado que la muerte de Guzmán ocurrió “el sábado 11 de setiembre aproximadamente a las 06H40 (11h40 GMT) en el Centro de Reclusión de Máxima Seguridad de la Base Naval del Callao (…) debido a complicaciones en su estado de salud”.

La esposa de Guzmán está presa en la cárcel Virgen de Fátima, en Lima, sentenciada a cadena perpetua por terrorismo. Era la número dos de Sendero Luminoso.

Guzmán fue atrapado el 12 de septiembre de 1992 por un grupo especial de inteligencia de la policía peruana apoyado por Estados Unidos.

Guzmán, un antiguo profesor de Filosofía en la universidad San Cristóbal de Huamanga, inició en 1980 una lucha armada en Perú para tratar de conquistar el poder, provocando en su enfrentamiento con las fuerzas armadas un baño de sangre que dejó miles de muertos en el país, la mayoría indígenas quechuas y amazónicos quechuas de los Andes y la Amazonia.

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Desde ese entonces estuvo preso en una cárcel militar a orillas del Pacífico que se construyó para encarcelarlo y donde también están presos otros terroristas y un narcotraficante.

El antiguo profesor universitario de filosofía, que había sufrido problemas de salud en julio, pasó sus últimos 29 años preso cargando sobre su espalda haber sido el responsable intelectual de uno de los más cruentos conflictos en América Latina, con 70 mil muertos y desaparecidos en dos décadas (1980-2000), según cifras de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (2003).

Guzmán acabó sus días como el preso más famoso de Perú, sin concretar su aventura de reproducir en Perú a sangre y fuego el modelo de su ícono Mao. La causa y detalles de su deceso no han sido informados.

Cumplía su condena en la Base Naval del Callao, próxima a Lima, pero debía ser trasladado a una prisión común en los próximos meses.

Abrazó el maoísmo y los métodos del líder camboyano Pol Pot, y se formó una imagen de revolucionario duro e implacable dispuesto a ordenar masacrar a los habitantes de un poblado de los Andes peruanos en castigo por no respaldarlo.

En 2006, durante un juicio cuyas audiencias se prolongaron más de un año, se conoció su lado desconocido cuando su lugarteniente Oscar Ramírez, camarada ‘Feliciano’, lo acusó de “cobarde” y de ser incapaz de apretar el gatillo de un arma.

Abimael Guzmán saltó al primer plano cuando a comienzo de los años 60 abandonó su cátedra de filosofía en la Universidad San Cristóbal de Huamanga, en Ayacucho, región del sureste de Perú donde la pobreza se ha convertido en un sello indeleble.

En Ayacucho creó e impulsó a su partido, cuya tarea era “construir el comunismo por el sendero luminoso de José Carlos Mariátegui” (pensador peruano, creador del Partido Socialista de Perú). De ahí el origen de su nombre.

Guzmán cultivó el culto a la personalidad y quienes lo conocían debían tratarlo como el “Presidente Gonzalo”.

El “gran salto adelante” empezó en 1979, cuando pasó a la clandestinidad y anunció que estaban dadas las condiciones para llevar a cabo una revolución del campo a la ciudad.

El 17 de mayo de 1980 cambió los libros por la dinamita. Ese día marcó a fuego a Perú. Sendero inició la lucha con un simbólico acto: quemó urnas en un poblado andino en vísperas de la elección que acabó con 12 años de dictadura militar.

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CAB

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