
El actor y director Robert Redford murió a los 89 años en su casa de Utah. Su talento lo convirtió en ícono de Hollywood y en pilar del cine independiente
Robert Redford, uno de los nombres más influyentes de la industria cinematográfica, falleció este martes 16 de septiembre a los 89 años en su residencia de Utah, según confirmó The New York Times a través de Cindi Berger, directora ejecutiva de Rogers & Cowan PMK.
Su popularidad se consolidó en las décadas de 1960 y 1970, cuando protagonizó cintas que más tarde se convertirían en clásicos del cine estadounidense, como Butch Cassidy and the Sundance Kid (1969) y All the President’s Men (1976). Con su carisma y estilo, Redford se convirtió en un referente indiscutible de la época dorada de Hollywood.
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El intérprete también dejó huella como director. En 1980 obtuvo el Óscar a Mejor Director por su ópera prima Ordinary People (Gente corriente), demostrando que su talento iba más allá de la actuación. Un año después fundó el Instituto Sundance, que derivó en el prestigioso Festival de Cine de Sundance, espacio que abrió las puertas a una generación de cineastas independientes. “Vi historias que no tenían oportunidad de ser contadas y pensé que podía dedicar mis energías a darles espacio”, señaló en 2018.
Su trayectoria de más de sesenta años fue reconocida con galardones de gran prestigio. Entre ellos destacan dos Premios Óscar, incluido uno honorífico en 2002; tres Globos de Oro, entre ellos el Premio Cecil B. DeMille en 1994, y la Medalla Presidencial de la Libertad otorgada en 2016 por el entonces presidente Barack Obama.
Charles Robert Redford Jr. nació el 18 de agosto de 1936 en Santa Mónica, California. Hijo de Martha Hart y Charles Robert Redford Sr., combinó su gusto por el deporte con la pasión por el arte. Estudió en la Universidad de Colorado y posteriormente viajó por Europa, donde encontró inspiración en la cultura de Francia, España e Italia antes de dedicarse por completo al cine.
La partida de Robert Redford marca el cierre de una era en Hollywood. Su influencia permanece no solo en las películas que protagonizó y dirigió, sino también en la plataforma que creó para impulsar a los nuevos talentos del cine independiente. Con su muerte, el mundo del séptimo arte se despide de una leyenda cuya huella seguirá viva en cada generación de cineastas.