
En medio de la atención mediática que ha generado el estado de salud de Bruce Willis, volvió a surgir una duda entre seguidores y medios: ¿su familia contempla donar el cerebro del actor para investigaciones científicas una vez que fallezca?
La especulación comenzó tras la publicación del libro The Unexpected Journey, escrito por su esposa Emma Heming Willis. Algunos artículos afirmaron que en la obra se confirmaba la intención de realizar la donación; sin embargo, esta interpretación resultó ser errónea.
El volumen, lanzado el pasado 9 de septiembre, incluye reflexiones de Emma sobre el proceso de acompañar a un ser querido diagnosticado con demencia frontotemporal (DFT), condición que padece el protagonista de Duro de Matar. No obstante, en ningún fragmento del libro se establece que la familia haya tomado una decisión formal respecto al destino del cuerpo de Willis después de su muerte. Es decir, no existe un anuncio oficial que avale que la donación esté contemplada.
Lo que sí expresó Heming Willis es su interés en que la experiencia de su familia ayude a ampliar el conocimiento médico sobre esta enfermedad neurodegenerativa, aún poco comprendida. La autora señala que el análisis del tejido cerebral post mortem puede ser fundamental para entender mutaciones genéticas y alteraciones proteicas relacionadas con la DFT, y considera valioso que el sufrimiento vivido pueda convertirse en un aporte para futuros tratamientos y diagnósticos.
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Mientras tanto, la salud del actor continúa siendo delicada. Desde que se dio a conocer su diagnóstico, su entorno más cercano ha trabajado para proporcionarle cuidados permanentes. Willis permanece en su hogar, adaptado especialmente para atender sus necesidades médicas, y recibe asistencia profesional las 24 horas.
Su esposa y sus hijas —Rumer, Scout y Tallulah— se mantienen a su lado durante el proceso. Rumer, la mayor, ha sido la más abierta respecto a la situación de su padre, compartiendo ocasionalmente mensajes y fotografías en redes sociales. Aun así, ella misma ha reconocido lo difícil que resulta hablar públicamente sobre el avance de la enfermedad.
Por ahora, la familia se concentra en brindarle acompañamiento y estabilidad, al tiempo que intenta evitar la difusión de información imprecisa sobre su estado y decisiones personales.







