
Durante dos años, un joven sin estudios formales practicó odontología en una clínica ilegal, apoyado por familiares; podrían enfrentar hasta ocho años de prisión.
Un hombre de 22 años fue detenido en la ciudad de Havlíčkův Brod, en la República Checa, tras hacerse pasar por dentista y atender a decenas de personas en una clínica clandestina montada en su propio domicilio. El joven realizaba tratamientos complejos, como extracciones y endodoncias, guiándose únicamente por tutoriales de internet.
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De acuerdo con las autoridades, el falso profesional operaba el consultorio junto a dos familiares: una mujer de 50 años, exempleada del sector salud, quien suministraba anestesia y materiales dentales, y un hombre de 44 años, encargado de fabricar prótesis para los pacientes.
Durante al menos dos años, el consultorio operó sin ningún tipo de permiso sanitario ni supervisión oficial, generando ingresos que superan los cuatro millones de coronas checas —equivalentes a unos 185 mil dólares, o más de 3.5 millones de pesos mexicanos—. Pese a la gravedad de los hechos, las autoridades no han confirmado si hubo denuncias formales por parte de los pacientes atendidos.
“La mujer proporcionó materiales como anestésicos, empastes y adhesivos dentales, a los que tenía acceso por su antigua ocupación”, informó la policía checa a través de un comunicado oficial.
Los tres implicados fueron arrestados a principios de mes y enfrentan cargos por operación ilegal de un negocio, lavado de dinero, tentativa de lesiones, robo y tráfico de estupefacientes. Aunque admitieron los hechos, fueron puestos en libertad provisional y podrían recibir condenas de hasta ocho años de prisión.
El caso ha causado alarma en la sociedad checa y reavivó el debate sobre la falta de regulación y vigilancia en el ámbito médico. Roman Šmucler, presidente de la Cámara Dental Checa, señaló que este tipo de situaciones no son excepcionales: “Hoy he recibido dos nuevos reportes; solo en este día hay tres casos similares en el país”, declaró al medio Radiožurnál.
La situación se da en un momento en el que el Parlamento checo busca facilitar la contratación de dentistas extranjeros para combatir la escasez de personal especializado. Mientras tanto, este caso expone los riesgos de la práctica médica sin certificación y la necesidad urgente de reforzar los mecanismos de supervisión sanitaria.
Con información de Excelsior