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Fiscalía de Nueva York vincula a García Luna con tráfico de drogas a través de empresas fantasma

Fiscalía de Nueva York vincula a García Luna con tráfico de drogas a través de empresas fantasma

En una carta, la fiscalía de EU presentó más evidencia que planea utilizar durante el juicio, previsto para el 9 de enero de 2022.

Fiscales en Nueva York reportaron que han entregado documentos relacionados con la incautación de drogas en el condado de Queens en diciembre de 2019 y con el envío de narcóticos a Estados Unidos a través de empresas fantasma como pruebas para el juicio al exsecretario de Seguridad Pública de México, Genaro García Luna.

La Fiscalía del distrito este de Nueva York también dijo en un documento presentado en el sistema electrónico de las cortes federales estadounidenses que entre sus pruebas habrá además talones de pago a García Luna y una fotografía de los otros conspiradores en el caso tomada en octubre de 2008. Los otros dos conspiradores son Luis Cárdenas Palomino y Ramón Pequeño García, dos exjefes de la policía federal mexicana que fueron hombres de confianza de García Luna.

Los fiscales también dijeron el miércoles que Lyndell Griffin, un examinador digital forense de la agencia antidrogas estadounidense más conocida como DEA, testificará en el juicio para hablar sobre la extracción e identificación de información en aparatos electrónicos.

Asimismo, fiscales de ese país presentaron en una carta dirigida al abogado de García Luna, César de Castro, los detalles de más evidencia que planean utilizar durante el juicio en contra de su cliente, a quien acusan de conspirar con el cártel de Sinaloa para traficar toneladas de cocaína hacia Estados Unidos.

Según la carta, entre la evidencia hay “registros relacionados con el envío de narcóticos a Estados Unidos a través de empresas fantasma, recibos de pago seleccionados del acusado, registros relacionados con un co-conspirador y el aseguramiento de narcóticos en Queens, Nueva York, el 18 de diciembre de 2018 y una fotografía de los co-conspiradores del acusado de octubre de 2008.”

Adicionalmente, los fiscales presentaron los detalles de seis celulares asegurados a uno de los co-conspiradores de García Luna, obtenidos cerca del 18 de diciembre de 2019.

También se informó que el examinador digital forense de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), Lyndell Griffin, sea llamado a testificar sobre lo que ha encontrado al revisar los dispositivos electrónicos que han sido asegurados en conexión con el caso contra García Luna.

De manera paralela, y a petición de la defensa de García Luna, los fiscales de Estados Unidos proporcionaron información sobre cuatro potenciales testigos que podrían ser llamados a participar durante el juicio contra el ex funcionario mexicano, aunque se trata de información que solamente podrán ver los abogados del ex secretario de Seguridad Pública, y nadie más.

El abogado de García Luna, César de Castro, presentó la semana pasada al juez un pedido para desestimar los cargos de asociación delictiva para distribuir cocaína y participación en una empresa criminal continua que pesan sobre el exfuncionario mexicano.

De Castro argumentó que ya es tarde para acusar a García Luna porque se superó el plazo de tiempo de cinco años en que las autoridades estadounidenses podían presentar cargos contra él. García Luna se retiró de su puesto en el gobierno mexicano en 2012 y no fue acusado hasta 2019. El juez que preside el caso, Brian Cogan, no ha emitido su decisión respecto del pedido.

El caso

García Luna, quien fue secretario de Seguridad Pública de 2006 a 2012 durante el gobierno del entonces presidente Felipe Calderón, se ha declarado inocente de los cargos que incluyen asociación delictiva para distribuir cocaína, participación en una empresa criminal continua y mentir a las autoridades.

Está acusado en Estados Unidos de recibir millones de dólares en sobornos por parte del Cartel de Sinaloa a cambio de que la organización criminal pudiera operar a sus anchas.

El mexicano, de 53 años, fue arrestado en 2019 en Estados Unidos. De ser declarado culpable enfrenta una pena máxima de cadena perpetua. Se espera que su juicio, que ocurrirá en la corte federal de Brooklyn, empiece en enero de 2023.

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CAB

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