
El cadáver de un hombre, decapitado y maniatado, permaneció más de 18 horas al aire libre en la frontera entre Tlaxcala, Hidalgo y Edomex, por falta de acuerdo entre las autoridades.
Un hecho indignante ocurrió en la frontera entre Tlaxcala, Hidalgo y el Estado de México, donde el cuerpo decapitado de un hombre permaneció expuesto por más de 18 horas debido a que las fiscalías estatales no lograron definir a qué jurisdicción correspondía el caso.
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El hallazgo se reportó la tarde del martes a través del número de emergencias 911. De acuerdo con los primeros informes, un habitante de la comunidad de Cuautla, en el municipio tlaxcalteca de Calpulalpan, descubrió el cuerpo en una brecha conocida como Santa Bárbara, zona limítrofe con Emiliano Zapata (Hidalgo) y Otumba (Estado de México).
Las autoridades de los tres estados acudieron al sitio, pero las discusiones sobre la delimitación territorial retrasaron el levantamiento del cadáver, que presentaba signos de tortura y estaba atado de pies y manos.
Aunque las coordenadas iniciales indicaban que el punto pertenecía a Hidalgo —en el paraje conocido como “El Zorrillo”—, la Fiscalía de esa entidad no asumió el procedimiento. Hasta la mañana del miércoles, el cuerpo continuaba en el lugar, bajo la mirada de curiosos y con indignación de los pobladores.
Vecinos exigieron una pronta intervención, calificando como “inhumano y vergonzoso” que tres fiscalías se deslindaran de una responsabilidad tan grave. El hecho evidencia, una vez más, la falta de coordinación entre las autoridades para atender crímenes violentos en zonas limítrofes.
Con información de Excelsior







