
El hombre murió desangrado tras ser atacado por su propio gallo con navajas metálicas durante un evento privado en Barranca.
Un trágico incidente ocurrido en Barranca, Perú, ha reavivado el debate sobre las peleas de gallos, luego de que un criador muriera tras ser atacado por su propio ejemplar.
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El fallecido, identificado como Jorge Luis Castillo Corzo, de 55 años, realizaba los preparativos previos a una pelea cuando el ave lo agredió inesperadamente dentro de una jaula. El gallo llevaba colocadas espuelas metálicas, herramientas utilizadas para infligir daño durante los combates.
De acuerdo con testigos, el animal hirió al hombre en la pierna, perforándole la arteria femoral, lo que provocó una hemorragia severa. Aunque los presentes intentaron auxiliarlo y fue trasladado de emergencia a un hospital, Castillo no sobrevivió.
El hecho fue grabado por uno de los asistentes y difundido en redes sociales, donde rápidamente se volvió viral. En el video se escuchan gritos de desesperación mientras la víctima se desangra, generando indignación y debate público entre quienes piden prohibir estas prácticas y quienes las defienden como parte de la cultura peruana.
Debate sobre las peleas de gallos
El suceso ocurre en medio de una fuerte controversia legal, pues a finales de 2024 el Congreso peruano reconoció oficialmente las peleas de gallos y las corridas de toros como manifestaciones culturales protegidas, pese a la oposición de colectivos animalistas.
Organizaciones como Animal Defenders Perú calificaron la muerte del criador como una consecuencia “previsible de una práctica cruel que pone en riesgo tanto a animales como a humanos”. Además, reiteraron su exigencia de que se derogue la ley que ampara estos eventos.
Riesgos y regulación
Las espuelas metálicas, similares a pequeñas navajas, son permitidas en eventos registrados, aunque están prohibidas en otros países por razones de crueldad animal. Según el veterinario Luis Paredes, representan “un doble peligro: causan dolor extremo en los animales y pueden resultar letales para las personas que las manipulan”.
Autoridades locales confirmaron que se abrió una investigación para determinar si el evento contaba con las medidas de seguridad adecuadas y si el uso de espuelas cumplía con la normativa regional.
Mientras tanto, el video del incidente sigue circulando en redes sociales, acumulando millones de reproducciones y reavivando un debate nacional sobre la línea entre tradición y violencia.
Con información de Excelsior