
Fue la madre de sus seis hijos y su compañera durante más de 20 años, antes de la relación con Florinda Meza.
Antes de que su vida quedara ligada para siempre al nombre de Florinda Meza, Roberto Gómez Bolaños, conocido mundialmente como Chespirito, compartió más de dos décadas de matrimonio con Graciela Fernández, su primera esposa y madre de sus seis hijos.
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Aunque siempre se mantuvo fuera del ojo público, Graciela fue una figura central en los años formativos del comediante y guionista. Su historia, poco difundida en los medios, forma parte esencial del lado más íntimo del creador de El Chavo del 8.
Un matrimonio discreto y duradero
La relación entre Chespirito y Graciela comenzó en los años en que él daba sus primeros pasos como creativo publicitario y escritor para televisión. Se casaron en 1968, cuando Gómez Bolaños aún no alcanzaba la popularidad que años más tarde lo consagraría como ícono del entretenimiento latinoamericano.
Graciela no formaba parte del medio artístico, lo que contribuyó a que su vida y la de sus hijos permanecieran alejadas del escrutinio público. Juntos formaron una familia integrada por seis hijos: Roberto, Graciela, Marcela, Paulina, Teresa y Cecilia, quienes crecieron en un ambiente de bajo perfil mientras su padre construía éxitos como El Chapulín Colorado y Los Supergenios de la Mesa Cuadrada.
Una separación marcada por silencios
Con el paso del tiempo, el matrimonio se fue desgastando. Durante los años ochenta, comenzó a hacerse evidente la cercanía entre Gómez Bolaños y Florinda Meza, actriz que interpretaba a Doña Florinda en sus programas. Años después, el propio Chespirito reconoció en su autobiografía Sin querer queriendo que la relación con su esposa se deterioró paulatinamente, mientras crecía su vínculo emocional con Meza.
“La esencia de Florinda me iba inundando cada vez más”, escribió. También admitió haber experimentado una profunda culpa por la ruptura con Graciela, que calificó como una separación dolorosa, aunque sin escándalos mediáticos.
La disolución legal del matrimonio se concretó en 1989. Aunque la relación con Meza ya era conocida para entonces, Gómez Bolaños formalizó su unión con ella hasta el año 2004. Por su parte, Graciela nunca ofreció declaraciones públicas ni protagonizó conflictos ante los medios, manteniéndose firme en su decisión de preservar su privacidad.
Un legado silencioso
Graciela Fernández Pierre falleció el 26 de agosto de 2013 a los 84 años. Su partida fue anunciada por sus hijos a través de redes sociales. Uno de ellos, el productor Roberto Gómez Fernández, publicó en Twitter un breve pero emotivo mensaje: “Gracias, Ma. Descansa en paz”.
A pesar de haber sido esposa del comediante más influyente de América Latina, Graciela eligió una vida alejada de los reflectores. Su historia, discreta pero significativa, permanece como un capítulo importante en la biografía humana —más allá de la fama— de Roberto Gómez Bolaños.
Con información de Excelsior