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Grandes epidemias del siglo XXI: el Ébola, conoce más de esta enfermedad

Virus, bacterias y hongos acorralan a la humanidad, años de estudios no han podido vencerlos. El Ébola es el más mortífero de ellos

África es un lugar olvidado, parece que el tiempo se detuvo ahí, es el epicentro de la pobreza y la hambruna, así como de algunas enfermedades mortales que han amenazado a la humanidad, como el SIDA y el Ébola.

Éste último apareció por primera vez en 1976, años antes que el VIH, la rapidez con la que la gente moría asombró a la comunidad médica que envió a varios representantes a África a investigar lo que estaba ocurriendo.

En ese año se dieron dos brotes simultáneos: uno en Zaire (conocido más adelante como República Democrática del Congo) y otro en Sudán. La aldea en que se produjo el segundo de ellos está situada cerca del río Ébola, que da nombre al virus.

Aunque se identificó el virus el mismo año que apareció, las investigaciones se vieron opacadas por una nueva amenaza que cimbró a la humanidad: la aparición del VIH, la cual ocupó a la comunidad científica, pues la epidemia era mundial y se esparcía a gran velocidad.

Además el virus “desapareció”, aguardó en silencio en la selva africana esperando el momento de volver a atacar, y lo hizo, en 1994 volvió con todas sus fuerzas, contenido por temporadas, sigue presente, diezmando la población de aquel continente.

¿Qué es el Ébola?

La enfermedad por el virus del Ébola (EVE) o fiebre hemorrágica del Ébola (FHE), también conocida como enfermedad del Ébola o simplemente como ébola, es una enfermedad causada en el ser humano por el virus del Ébola.

El virus del ébola pertenece a la familia de los Filovirus, los cuales son partículas de polaridad negativa, una sola hebra de RNA, filamentosas, con envoltura; su genoma, linear, tiene una longitud aproximada de 19 kb.

Se han identificado cinco especies de Ebolavirus:

Ebola virus (Zaire ebolavirus)
Sudan virus (Sudan ebolavirus)
Bundibugyo virus (Bundibugyo ebolavirus)
Taï Forest virus (Taï Forest ebolavirus,antes Côte d’Ivoire ebolavirus)
Reston virus (Reston ebolavirus)

Los tres primeros se asocian a los grandes brotes presentados en África. La especie Reston, identificada en China y Filipinas, causa enfermedad en primates no humanos, se considera que puede infectar al humano, pero no se han reportado casos; son necesarios más estudios para obtener datos definitivos sobre la patogenicidad y virulencia de esta especie.

Esta es una de las enfermedades más mortíferas, pues tiene el 90% de mortalidad, tampoco tiene un tratamiento específico, aunque ya existe una vacuna, ésta no ha frenado la enfermedad.

Lo que hace este virus es literalmente destruir el organismo, los órganos internos se deshacen, lo que provoca una hemorragia interna, la sangre busca por donde salir y comienza a hacerlo por los ojos, llegará el momento en que todos los orificios del cuerpo sangrarán.

Comenzará por el hígado, cuando el cerebro se afecta, el paciente tendrá demasiada confusión y somnolencia.

Los expertos confirman que resulta imposible tratar o erradicar a los animales que pueden alojar el virus en África, lo que convierte el ébola en una enfermedad endémica en algunas regiones del centro del continente. A esto se suma que muchas zonas rurales todavía mantienen tradiciones de chamanismo y tribalismo que unidas a la caza hacen que sea difícil que el ebolavirus no rebrote cada cierto tiempo.

Antecesor del Ébola: el Marburg

En 1967 científicos de Alemania y Yugoslavia se infectaron cuando trabajaban con monos verdes traídos de África. Se le bautizó como Marburgo por ser el poblado donde se dio el primer caso.

El virus también es un filovirus y provoca una enfermedad hemorrágica como su primo, el ébola. 

Transmisión

Se considera que los huéspedes naturales del virus son los murciélagos frugívoros de la familia Pteropodidae. El virus del Ebola se introduce en la población humana por contacto estrecho con órganos, sangre, secreciones u otros líquidos corporales de animales infectados, de chimpancés, gorilas, murciélagos frugívoros, monos, antílopes y puercoespines infectados que se habían encontrado muertos o enfermos en la selva.

Posteriormente, el virus se propaga en la comunidad mediante la transmisión de persona a persona, por contacto directo (a través de las membranas mucosas o de soluciones de continuidad de la piel) con órganos, sangre, secreciones, u otros líquidos corporales de personas infectadas, o por contacto indirecto con materiales contaminados por dichos líquidos.

El virus también se propaga vía sexual.

La infección del personal sanitario al tratar a pacientes con EVE ha sido frecuente cuando ha habido contacto estrecho y no se han observado estrictamente las precauciones para el control de la infección.

Las ceremonias de inhumación que implican contacto directo con el cadáver también pueden contribuir a la transmisión del ebola.

Los pacientes son contagiosos mientras el virus esté presente en la sangre. En la etapa final de la enfermedad, el paciente es más contagioso.

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Trasmisión de animales a humanos

Los expertos sospechan que ambos virus se trasmiten a los humanos a través de los fluidos corporales de animales infectados. Ejemplos incluyen:

  • Sangre. Carnear o comer animales infectados puede diseminar los virus. Algunos científicos que han operado animales infectados como parte de su investigación también han contraído el virus.
  • Desechos. Los turistas en ciertas cuevas en África y algunos mineros que trabajan bajo tierra se han infectado con el virus de Marburg, posiblemente al entrar en contacto con las heces o la orina de murciélagos infectados.

Respuesta inmune.

La virulencia de estos virus puede atribuirse a diversos mecanismos de inmunoevasión, entre ellos la inhibición temprana de la inmunidad innata, con una disminución del tipo de interferón I, enmascaramiento de epítopes y subversión de la respuesta adaptativa humoral, a través de la la secreción de una forma truncada la glucoproteína viral. Estas deficiencias, específicas y no específicas, dan lugar a la replicación viral sin restricciones, la diseminación en el hospedero, lo que puede causar la muerte días después de la aparación de los síntomas.

Cuadro clínico.

El periodo de incubación oscila entre 2 – 21 días.
La enfermedad por el virus de Ébola se caracteriza generalmente por fiebre de inicio súbito, debilidad intensa, mialgias, cefalea, conjuntivitis, hiporexia, hemorragias internas y externas (melena, hematemesis, hematuria, hemoptisis, sangrado gingival).
Cabe enfatizar que los pacientes son contagiosos mientras el virus esté presente en la sangre y las secreciones.

Diagnóstico

Antes de establecer un diagnóstico clínico de EVE hay que descartar otras enfermedades infecciosias como el paludismo, la fiebre tifoidea o la meningitis. Los métodos de diagnóstico detallados a continuación sirven para confirmar que los síntomas son causados por la infección por el virus del Ebola:

  • prueba de inmunoadsorción enzimática (ELISA);
  • pruebas de detección de antígenos;
  • prueba de seroneutralización;
  • reacción en cadena de la polimerasa con transcriptasa inversa (RT-PCR);
  • microscopía electrónica;
  • aislamiento del virus mediante cultivo celular.

A la hora de seleccionar las pruebas diagnósticas hay que prestar mucha atención a factores como las especificaciones técnicas, la incidencia y prevalencia de la enfermedad y las repercusiones sociales y médicas de los resultados de las pruebas. Se recomienda firmemente el uso de pruebas diagnósticas que hayan sido objeto de evaluaciones independientes e internacionales.

Las pruebas actualmente recomendadas por la OMS son:

  • Para el diagnóstico sistemático, las pruebas de ácidos nucleicos (PAN) automatizadas o semiautomatizadas.
  • Las pruebas rápidas de detección de antígenos en zonas remotas en las que no estén disponibles las PAN. Estas pruebas se recomiendan para el cribado en las actividades de vigilancia, pero los casos reactivos deben confirmarse mediante PAN.

Las muestras preferidas para el diagnóstico son:

  • La sangre entera tratada con EDTA de pacientes sintomáticos vivos.
  • Las secreciones bucales almacenadas en medio de transporte universal de pacientes fallecidos o en los que no sea posible la obtención de muestras de sangre.

Las muestras recogidas de los pacientes suponen un enorme peligro biológico, y las pruebas tienen que realizarse en condiciones de máxima contención biológica. Durante el transporte nacional e internacional, todas las muestras deben ser envasadas con el sistema de triple envase.

Tratamiento

El tratamiento de apoyo —rehidratación con líquidos orales o intravenosos— y el tratamiento de determinados síntomas mejoran la supervivencia. Todavía no hay ningún tratamiento de eficacia demostrada, pero se están evaluando diversas formas de hemoterapia, inmunoterapia y farmacoterapia.

La vacuna experimental (rVSV-ZEBOv), que se demostró 100 % eficaz en el análisis que la OMS hizo en más de 11.000 personas, es clave para saber que, en los próximos brotes, África no estará indefensa frente al ébola.

ebola en africa

Prevención y control

Un buen control de los brotes depende de la aplicación de diferentes intervenciones, como la atención a los casos, la vigilancia y el rastreo de los casos, los entierros en condiciones de seguridad o la movilización social. La participación de la comunidad es fundamental para el éxito del control de los brotes.

La sensibilización sobre los factores de riesgo de la infección por el virus del Ebola y sobre las medidas de protección (incluida la vacunación) constituye un medio eficaz para reducir la transmisión en el ser humano. Los mensajes destinados a reducir los riesgos deben centrarse en los siguientes aspectos:

  • Reducir el riesgo de transmisión de animales salvajes al ser humano a consecuencia del contacto con murciélagos de la fruta o monos o simios infectados y del consumo de su carne cruda. Deben utilizarse guantes y otras prendas protectoras apropiadas para manipular animales. Sus productos (sangre y carne) deben estar bien cocidos antes de consumirlos.
  • Reducir el riesgo de transmisión de persona a persona en la comunidad a consecuencia del contacto directo o estrecho con pacientes infectados, especialmente con sus líquidos corporales. Hay que evitar el contacto físico estrecho con pacientes con EVE y utilizar guantes y equipo de protección personal adecuado para atender a los enfermos en el hogar. Es necesario lavarse las manos con regularidad tras visitar a enfermos en el hospital, así como después de cuidar a enfermos en el hogar.
  • Reducir el riesgo de posible transmisión sexual. Teniendo en cuenta nuevos análisis de las investigaciones en curso y las consideraciones de su Grupo Consultivo sobre la Respuesta a la Enfermedad por el Virus del Ebola, la OMS recomienda que los varones que sobrevivan a esta enfermedad tengan prácticas sexuales e higiénicas seguras durante los 12 meses siguientes al inicio de los síntomas o hasta que sus muestras de semen den dos veces negativo para el virus del Ebola. Se debe evitar el contacto con líquidos corporales y se recomienda el lavado con agua y jabón. La OMS no recomienda el aislamiento de los pacientes convalecientes de ambos sexos una vez que sus muestras de sangre hayan dado negativo para el virus del Ebola.
  • Medidas de contención de los brotes. Entre ellas se encuentran la inhumación rápida y segura de los cadáveres infectados, la identificación de las personas que puedan haber estado en contacto con alguien infectado por el virus y su observación durante 21 días. También son importantes la separación de los enfermos y de las personas sanas para evitar una mayor propagación, y el mantenimiento de una buena higiene y de la limpieza del entorno.


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