
En cuevas del sur de Alemania, arqueólogos encontraron flautas talladas hace más de 42 mil años, consideradas los instrumentos musicales más antiguos
Un sorprendente hallazgo en el sur de Alemania ha reconfigurado lo que sabíamos sobre el origen de la música en Europa. En las profundidades de la cueva Geißenklösterle, ubicada en la región montañosa del Jura de Suabia, un equipo internacional de arqueólogos ha identificado flautas prehistóricas con una antigüedad estimada entre 42 mil y 43 mil años, lo que las convierte en los instrumentos musicales más antiguos conocidos hasta la fecha.
El descubrimiento, realizado por especialistas de las universidades de Tübingen (Alemania) y Oxford (Reino Unido), fue publicado en la revista Journal of Human Evolution y representa un hito en la comprensión del simbolismo y las capacidades cognitivas de los primeros humanos modernos en Europa. Aunque estos instrumentos ya habían sido descubiertos con anterioridad, su datación más reciente fue posible gracias a técnicas avanzadas de radiocarbono que incluyen la ultrafiltración para eliminar impurezas del colágeno óseo.
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Los nuevos resultados sugieren que estas expresiones simbólicas aparecieron miles de años antes de lo que se pensaba. En contra de la idea tradicional que vinculaba el inicio del arte figurativo, la música y los adornos personales con una etapa de clima más templado posterior al evento glacial H4, las dataciones indican que estas manifestaciones ya existían cuando las condiciones eran aún más frías.
Este avance científico modifica el calendario cultural del Paleolítico europeo, situando las primeras expresiones simbólicas en un momento en que los Homo sapiens compartían el territorio con neandertales. Aunque no se ha detectado evidencia directa de intercambio cultural entre ambas especies en esa zona, el hallazgo revela que los humanos modernos ya desarrollaban un mundo simbólico complejo cuando llegaron a Europa central.
La región del Jura de Suabia, donde se ubica Geißenklösterle, destaca como un centro de gran riqueza arqueológica. En otras cuevas cercanas, como Hohle Fels, Vogelherd y Hohlenstein-Stadel, también se han recuperado objetos notables. Entre ellos se cuentan herramientas refinadas, colgantes ornamentales y esculturas en marfil de mamut, como la figura mítica conocida como “Hombre León”, tallada hace más de 40 milenios y considerada una de las primeras representaciones simbólicas de la historia.
Esta concentración de artefactos apoya la llamada teoría de la Kulturpumpe, que plantea al Jura de Suabia como un foco de innovación simbólica desde donde se expandieron las primeras formas de arte hacia el resto de Europa. Las nuevas dataciones fortalecen esta hipótesis y colocan a Alemania como un centro cultural originario de la tradición artística paleolítica, incluso por encima de otras regiones europeas reconocidas como Francia, Italia o Reino Unido.
Durante excavaciones más recientes, particularmente en 2008, se hallaron fragmentos adicionales de flautas en las cuevas de Hohle Fels y Vogelherd, incluyendo un ejemplar de hueso casi intacto. Estas piezas, talladas con precisión para emitir notas musicales, muestran un dominio técnico avanzado y una vida simbólica compleja entre los primeros Homo sapiens.
Los expertos destacan también la relevancia del valle del Alto Danubio como un corredor natural que permitió el desplazamiento de humanos modernos desde zonas más cálidas del este del Mediterráneo hacia el centro del continente. Este flujo migratorio no solo implicó el avance físico de grupos humanos, sino también la difusión de ideas, tecnología y expresiones culturales.
Así, lo que en principio parecía un objeto más del pasado remoto se convierte hoy en una ventana al pensamiento simbólico y a las capacidades artísticas de quienes dieron los primeros pasos hacia lo que hoy entendemos como cultura.