
La recién nacida fue diagnosticada con meningitis y otras complicaciones graves; sus padres exigen investigar el actuar médico tras su alta hospitalaria.
La salud de Karely, hija recién nacida de la creadora de contenido conocida como Lupita TikTok, se encuentra en estado crítico mientras especialistas del Hospital Regional Materno Infantil de Alta Especialidad evalúan una posible muerte cerebral. La situación ha generado conmoción tanto en redes sociales como en el ámbito médico, ante señalamientos de presunta negligencia hospitalaria.
Te puede interesar: Bebé de Lupita TikTok enfrenta estado de salud crítico
En la madrugada del martes, Ricardo Medellín —pareja de la influencer y también generador de contenido— ofreció declaraciones visiblemente afectado. Relató que su hija fue ingresada de urgencia tras presentar fiebre alta, convulsiones y pérdida del apetito. Los médicos iniciaron estudios neurológicos para determinar si hay actividad cerebral.
“Si las líneas se quedan rectas, ya es muerte cerebral”, comentó Medellín entre lágrimas, al explicar el procedimiento que se le practicó a Karely para medir la función cerebral. La familia ha compartido parte de lo ocurrido mediante transmisiones en vivo, donde han expresado su dolor y desesperación.
Además del grave diagnóstico, Medellín denunció que el estado de la menor pudo haberse prevenido, sugiriendo que fue dada de alta sin la debida supervisión médica. Según relató, la bebé fue enviada a casa a pesar de presentar condiciones que luego se agravaron. “Nos dijeron que estaba bien, pero después salieron con que tenía problemas en la cabeza, infección en la vejiga y que sus riñones no estaban listos. Nunca debieron haberle dado el alta, ni realizar esa cesárea”, afirmó.
El parte médico inicial indica que Karely fue diagnosticada con meningitis, deshidratación neonatal, hiperbilirrubinemia, ictericia e infección urinaria. Estas condiciones requieren atención especializada inmediata y ponen en riesgo su vida.
La denuncia ha desencadenado una ola de solidaridad en redes sociales, donde usuarios exigen una revisión a fondo del protocolo aplicado en este caso. La pareja, devastada pero firme, demanda una investigación clara y exhaustiva sobre el manejo clínico de su hija desde el momento del parto.
Mientras los estudios continúan y la familia enfrenta la incertidumbre, este caso pone nuevamente sobre la mesa la importancia de reforzar los protocolos de atención neonatal y postnatal en México, especialmente en situaciones que podrían evitar desenlaces trágicos con una atención oportuna.