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Hoy se conmemora un año más del hundimiento del Titanic, conoce las últimas historias de algunos tripulantes

Con exactitud perdieron la vida 1.514 personas y sobrevivieron 710 pasajeros del Titanic

Hoy se cumple un año más de aquella trágica noche que dejó a cientos de personas sin vida. Muchos de ellos iban en busca del sueño americano, con el entusiasmo de comenzar una nueva vida y todos aquellos deseos quedaron flotando en el frío mar.

La noche del 14 y madrugada 15 de abril de 1912, en su primer y único viaje, se hundía el trasatlántico Titanic, orgullo de la naviera White Star Line, que lo había clasificado como “inundable”, convirtiéndose en uno de los mayores naufragios de la historia. Considerado uno de los eventos más desafortunado del siglo XX, conmovió a miles y lo sigue haciendo aún cuando ya han pasado más de 100 años.

Con exactitud perdieron la vida 1.514 personas y sobrevivieron 710. Una de estas sobrevivientes se llamaba Violet Jessop, quien durante su vida no solo escapó al naufragio del Titanic, sino a otros dos percances.

Jessop trabajaba como camarera en la embarcación SMS Olympic que el 20 de septiembre de 1911 chocó contra el buque de guerra HMS Hawke. El trasatlántico sólo sufrió daños. Un año después esta mujer era parte de la tripulación del Titanic, haciendo las mismas labores pero además colaborando como enfermera. Cuando el barco colisionó con el iceberg, se le ordenó que abordara uno de los botes salvavidas con el fin de demostrar a las mujeres pasajeras que era seguro. De esta manera salvó su vida.

Bien dicen que entrar en estado de shock mientras se atraviesa por una situación alarmante, no es lo más positivo para la supervivencia, y esto lo demostró el jefe de pasteleros de la embarcación, Charles Joughin, quien logró sobrevivir al choque con el iceberg porque decidió tomar algunos tragos. El alcohol en su cuerpo le mantuvo con vida mientras flotaba en el agua hasta que fue rescatado.

Por desgracia no todos contaron con la misma suerte y menos los que se encontraban en tercera clase, cientos de personas reunidas en esa parte del barco quedaron encerrados ya que el capitán del Titanic, Edward Smith, ordenó cerrar esos compartimientos porque pensó que se pelearían contra la primera clase por un lugar en los escasos botes salvavidas, lo que ocasionó la muerte de muchos de ellos.

A bordo del gran barco viajaba el empresario John Jacob Astor IV era uno de los hombres más ricos del mundo cuando murió en el Titanic, con una fortuna equivalente a 2,16 billones de dólares actuales.

Junto con su esposa Madeleine, el matrimonio partió de luna de miel en el RMS Olympic desde Nueva York e hicieron un viaje por Egipto. Al regresar, decidieron abordar el RMS Titanic en Cherburgo como pasajeros de primera clase junto a su perra Kitty, un valet (ayuda de cámara), una doncella y una enfermera, esta última ya que Madeleine estaba embarazada de cinco meses.

En la noche del 14 de abril de 1912, Astor le informó a su esposa que el barco había colisionado con un iceberg. Ambos subieron a la cubierta de botes. El hombre ayudó a su esposa a abordar el bote, preguntó si podía acompañarla por su “delicada condición”, petición que le fue denegada porque primaba la premisa “mujeres y niños primero”.

Madeleine y sus acompañantes fueron rescatadas por el barco Carpathia, pero su esposo y el valet fallecieron en el hundimiento, el cuerpo de Astor fue recuperado el 25 de abril.

Historias de amor fracturadas y otras que más se acompañaron hasta el final de sus días, tal es el caso de Isidor e Ida Straus eran copropietarios de la cadena de grandes almacenes Macy’s de Nueva York. En febrero de 1912, los Straus y una de sus nietas, Beatriz, viajaron a Alemania.

El matrimonio dejó a su nieta en Alemania y viajaron a Inglaterra, donde decidieron sacar billetes en el nuevo RMS Titanic.

Tras el choque con el iceberg los Straus y su personal son guiados al gimnasio para esperar la posibilidad de ser embarcados en un bote salvavidas. Son asignados al número 8 y en consideración a su edad Isidor Straus es invitado a abordar dicho bote junto a su esposa y su doncella Ellen Bird; pero él se niega, diciendo: “No subiré a ese bote antes que cualquier otro hombre”. Su esposa Rosalie Ida deja entonces su lugar y le dice: “Hemos estado viviendo juntos muchos años y dondequiera que vayas, yo voy”. Murieron juntos a bordo de la nave después de negarse a ser separados.

Su doncella fue la única que no abandona el bote y por su testimonio se supo la verdad del comportamiento de los Straus en los últimos momentos del RMS Titanic, su historia causó gran conmoción en la comunidad judía y es usada hasta hoy como un ejemplo de valentía y fidelidad.

Una de las pasajeras más recordadas por su gran valentía, sencillez y humildad es Margaret Brown fue conocida en sus primeros años como “Maggie” Tobin, una de las hijas menores de una familia muy humilde. Pero su destino cambió cuando se casó con Jim Brown, un nuevo rico gracias a las ganancias en las minas americanas.

Lo primero que Brown hizo con su repentino estatus como millonaria fue educarse. Se metió de cabeza a estudiar arte y al cabo de unos años hablaba fluidamente francés, italiano, alemán y ruso. 

En 1912 estaba recorriendo Egipto cuando le llegó noticia de que su nieta mayor estaba gravemente enferma. Decidió regresar inmediatamente en el primer barco que tuviese un viaje directo a Nueva York. Este barco, por supuesto, era el Titanic. Tras el naufragio, Margaret había pasado el tiempo ayudando a personas a llegar a los botes hasta que personal del barco la convenció de abordar el bote número 6. Sin embargo cuando notó que comenzaban a alejarse sin haber llenado los botes de pasajeros, empezó una batalla con el capitán.t

La acción que la haría pasar a la historia sería la amenaza al capitán en la que le decía que podía escoger: “volvían o lo tiraba al mar y ella  tomaba el bote a la fuerza”. Así fue como pasó a ser conocida como Margaret “Molly” Brown apodada “Insumergible” después de conducir su bote salvavidas para rescatar a pasajeros varados en medio del océano. 

La vida de muchos terminaría cerca de las 23:40 horas, el barco indestructible chocó contra un iceberg. La noche era clara, pero la luna no brillaba y los vigías no tenían binoculares, por lo que solo pudieron ver el iceberg cuando estaba delante de ellos.

Los pasajeros no se dieron cuenta del golpe porque apenas se sintió, pero a las 00:05 horas los botes salvavidas ya estaban siendo desplegados y cinco minutos después se estaban realizando llamadas de emergencia. Dos horas y cuarenta y cinco minutos después de la colisión, la nave se había hundido por completo.

Después de 100 años la historia sigue erizando la piel de quien la conoce, existen novelas, películas y varios documentales que abordan el tema, pero el realidad jamás sabremos a ciencia cierta que ocurrió aquella fría noche y la historia de los cientos de cuerpos que quedaron flotando en el mar.

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