
Según la organización, tanto manifestantes como periodistas fueron víctimas de brutalidad policial.
Un informe de Human Rights Watch (HRW) acusó a las fuerzas de seguridad de Los Ángeles de emplear violencia excesiva durante las protestas de junio contra las políticas migratorias del entonces presidente Donald Trump.
El reporte señala que decenas de personas resultaron heridas tras ser alcanzadas por balas de goma, granadas aturdidoras y gas pimienta, disparados en varios casos a corta distancia. Entre las lesiones documentadas se incluyen huesos rotos, contusiones, un dedo amputado y daños severos en los ojos.
Las manifestaciones se originaron el 6 de junio, luego de las redadas del ICE en comunidades latinas del sur de California. Aunque en su mayoría fueron pacíficas, en algunos momentos derivaron en disturbios que llevaron a Trump a desplegar a la Guardia Nacional y a marines, medida que fue duramente criticada a nivel local.
El informe de HRW documentó 65 casos de heridos, aunque advirtió que la cifra real podría ser mucho mayor. Un fotógrafo de AFP, por ejemplo, recibió un impacto de bala de goma en el rostro, y al menos tres periodistas más también resultaron lesionados.
Por su parte, el Departamento del Sheriff de Los Ángeles defendió su actuación al afirmar que las llamadas “armas no letales” solo se usan cuando los intentos de desescalar una situación han fracasado, y negaron haber actuado de manera indiscriminada.
La organización recordó que tanto la Constitución de Estados Unidos como las leyes de California garantizan el derecho a la protesta pacífica, la libertad de expresión y limitan el uso de armas menos letales en manifestaciones, además de ofrecer protecciones especiales a la prensa.