
El Tec de Monterrey abrió una Unidad de Innovación Genómica en CDMX, clave para diagnósticos rápidos y preparación frente a futuras emergencias sanitarias
El Tecnológico de Monterrey, en colaboración con el Instituto Traslacional de Singularidad Genómica (ITRASIG) y el Distrito de Innovación Tlalpan, puso en marcha la Unidad de Innovación Genómica y Clínica, un espacio de investigación que busca transformar la respuesta del país ante emergencias de salud pública.
La iniciativa surge como aprendizaje de la pandemia de covid-19, que evidenció la urgencia de contar con mecanismos de diagnóstico y prevención más ágiles. “Históricamente, México ha sido más bien reactivo a lo que está ocurriendo, no prevenimos, no nos anticipamos”, señaló el doctor Luis Marat Álvarez Salas, investigador del Cinvestav.
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El decano nacional de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud del Tec de Monterrey, Luis Alonso Herrera Montalvo, destacó que la inauguración de este espacio representa la culminación de un largo esfuerzo colectivo. “La inauguración de esta Unidad representa un puente entre la excelencia académica del Tec de Monterrey y la visión emprendedora del ITRASIG; un espacio donde la ciencia se transforma en soluciones accionables para los grandes desafíos de la salud en México”, afirmó.
Ubicada en el sur de la Ciudad de México, zona que concentra cerca del 90% de la producción académica en salud, la unidad permitirá trabajar en pruebas diagnósticas, secuenciación genómica y el desarrollo de herramientas que contribuyan a la detección temprana de enfermedades como el VIH, la sepsis o ciertos tipos de cáncer.
La primera fase arranca con tres proyectos centrales: un sistema de diagnóstico molecular con inteligencia artificial para la detección rápida de sepsis; una plataforma portátil para medir cargas virales de VIH y CMV en tiempo real; y una herramienta capaz de sustituir la tinción de Gram, distinguiendo bacterias Gram positivas y negativas de manera inmediata.
Entre las tecnologías incorporadas destacan el equipo Intelcube, con capacidad de procesar hasta 14 mil muestras en un día, y Pablo A.I., un sistema de inteligencia artificial diseñado para analizar datos genéticos y detectar brotes epidemiológicos en tiempo real. “La inteligencia artificial es una herramienta que se nutre de datos y los analiza… sin datos no puedes hacer la inteligencia artificial”, explicó Herrera Montalvo.
El proyecto, con una inversión cercana a los 2 millones de dólares, también busca fortalecer un ecosistema de colaboración con institutos nacionales de salud, universidades como la UNAM y el Politécnico, así como con el sector privado. Para la vicepresidenta de los Campus Ciudad de México del Tec de Monterrey, Paulina Campos, se trata de un esfuerzo alineado al principio institucional de poner el conocimiento al servicio de la sociedad.
Octavio Patricio García González, presidente de ITRASIG, subrayó que el objetivo es generar ciencia con visión nacional. La unidad no solo beneficiará a investigadores y pacientes, también abrirá espacios de aprendizaje y práctica para estudiantes del Tec de Monterrey, que podrán sumarse a proyectos de impacto directo en la salud de la población.