Los primeros rastros de COVID-19 en España datan del 26 y 27 de febrero en Valencia, una semana después de que 2,500 españoles se trasladaron a Milán
Un estudio desarrollado por el Instituto de Salud Carlos III de Madrid indica que el virus SARS-CoV-2 se hallaba ya presente en España desde mediados de febrero de 2020, y que su ingreso al país se produjo a través de múltiples vías, lo que descartaría la posibilidad de hablar de un único ‘paciente cero’ como inicio del brote epidémico.
Dichas conclusiones fueron posibles gracias al análisis de los 28 primeros genomas del virus descifrados en España, coincidentes con las tres grandes familias del COVID-19 identificadas en el mundo, denominadas S, G y V.
Sin embargo, la investigación también se apoya en la lectura previa de los casi 1,600 genomas completos del virus leídos por la comunidad científica internacional hasta finales de marzo.
Y es que, la dinámica reproductiva del nuevo coronavirus permite hasta cierto punto una reconstrucción eficaz de la historia de la pandemia:
Cuando el virus infecta una célula humana efectúa hasta 100.000 copias de sí mismo en el transcurso de las siguientes 24 horas. En cada copia pueden surgir pequeños errores, que se perpetuarán en cadena, convirtiéndose en pistas que los investigadores utilizarán para el rastreo ordenado del origen de los contagios.
De esta manera, el estudio dirigido por el bioinformático Francisco Díez, detectó que trece de los genomas analizados en España pertenecen a la familia S, y los tres primeros proceden de muestras tomadas durante los días 26 y 27 de febrero en Valencia, justo una semana después de que 2,500 ciudadanos españoles se trasladaron a Milán, zona de Italia que se considera como uno de los epicentros mundiales de la pandemia, para ver un partido de fútbol.
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