
Autoridades de Hidalgo investigan dos incidentes recientes en los que 13 perros murieron, siete por ahogamiento y seis presuntamente envenenados
En menos de una semana, dos hechos violentos contra animales han generado preocupación en Hidalgo. Se trata de dos eventos separados en los que, en conjunto, 13 perros perdieron la vida en circunstancias que apuntan a posibles actos intencionales. La situación ha despertado la indignación de comunidades locales y ha movilizado a las autoridades estatales para dar seguimiento a los casos.
El primer incidente tuvo lugar en la localidad de El Nopalillo, municipio de Epazoyucan, donde vecinos reportaron el hallazgo de siete perros sin vida. Los animales fueron encontrados dentro de una pileta localizada al interior de un invernadero de la comunidad. Según testigos, los cuerpos ya no presentaban signos vitales cuando se les localizó y todo indica que las muertes podrían haber sido producto de un acto deliberado.
“Los pobladores afirmaron que el incidente pudo ser premeditado”, señalan los reportes locales. Ante esta situación, los residentes de la zona exigieron a las autoridades que se realicen las investigaciones correspondientes para identificar a los responsables del aparente sacrificio.
Cinco días después, se reportó un segundo hecho en el municipio de Ixmiquilpan, específicamente en la comunidad de Xaxni. Allí fueron encontrados seis perros muertos en una obra en construcción. La causa probable de la muerte: envenenamiento. Los cuerpos fueron asegurados por personal de la Coordinación de Protección Animal y Atención Canina y Felina del municipio, en colaboración con la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH), con el fin de aplicar los protocolos legales e iniciar una investigación formal.
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Los restos de los animales fueron trasladados para su análisis con el objetivo de determinar las causas exactas de los decesos y recabar pruebas que permitan esclarecer los hechos. Las autoridades han recalcado que este tipo de actos no quedarán impunes, aunque hasta el momento no se ha logrado identificar a los posibles responsables en ninguno de los dos casos.
Organizaciones defensoras de los derechos de los animales en Hidalgo han comenzado a pronunciarse públicamente. Exigen que se refuercen las medidas legales contra el maltrato animal y que se aplique la ley con rigor a quienes incurran en este tipo de acciones. Asimismo, han solicitado campañas de concientización y patrullajes preventivos en zonas rurales, donde con frecuencia ocurren este tipo de incidentes sin que lleguen a ser visibilizados.
En el estado de Hidalgo, el maltrato animal es considerado un delito. Según el Código Penal local, causar la muerte de un animal de forma dolosa puede ser sancionado con penas económicas e incluso prisión, especialmente si se demuestra crueldad o si los actos son recurrentes.
Ambas investigaciones permanecen abiertas y bajo seguimiento de las autoridades competentes. La población ha sido convocada a colaborar proporcionando información que pudiera contribuir a esclarecer los hechos. Cualquier dato útil podrá ser canalizado a través de las instancias de seguridad municipales o directamente con la PGJEH.
La muerte de estos 13 animales no solo ha generado tristeza entre los habitantes de Epazoyucan e Ixmiquilpan, sino que también ha puesto sobre la mesa la necesidad de reforzar las políticas públicas para proteger a los animales en entornos urbanos y rurales. En tanto continúan las indagatorias, las comunidades afectadas esperan que se haga justicia y que estos actos no queden impunes.