
Mientras medios internacionales reportan que Teherán planea suministrar lanzadores Fath-360 a Moscú, el gobierno iraní rechaza categóricamente estas acusaciones.
Informes recientes de agencias internacionales, como Reuters, sugieren que Irán estaría preparando el envío de lanzadores de misiles balísticos de corto alcance Fath-360 a Rusia. Estos sistemas, con un alcance aproximado de 120 kilómetros, podrían reforzar las capacidades ofensivas rusas en el conflicto con Ucrania, permitiendo ataques más rápidos y frecuentes en zonas cercanas al frente.
Sin embargo, la Misión Permanente de Irán ante las Naciones Unidas ha desmentido rotundamente estas afirmaciones, calificándolas de “ridículas” y “carentes de fundamento”. Teherán sostiene que mantiene una postura neutral en el conflicto entre Rusia y Ucrania y que no proporciona asistencia militar a ninguna de las partes involucradas.
Analistas internacionales señalan que, de concretarse, la entrega de estos lanzadores podría fortalecer la ofensiva rusa y consolidar aún más la alianza estratégica entre Moscú y Teherán. No obstante, también advierten que tal acción podría intensificar las tensiones con Occidente y complicar las negociaciones diplomáticas en curso.
Te podría interesar: Trump evalúa eliminar derecho de defensa a migrantes detenidos
Este episodio se suma a una serie de acusaciones previas sobre la cooperación militar entre Irán y Rusia, incluyendo el suministro de drones y otros equipos bélicos. A pesar de las negativas oficiales, la comunidad internacional continúa monitoreando de cerca las relaciones entre ambos países y su impacto en la dinámica del conflicto ucraniano.
En este contexto, la posible transferencia de tecnología militar entre Irán y Rusia sigue siendo un tema de preocupación para diversas naciones, que temen una escalada en la guerra y un debilitamiento de los esfuerzos por alcanzar una solución pacífica.