Durante el toque de queda, los residentes de ciudades árabes-judías tendrán que quedarse en sus casas, excepto para buscar atención médica o refugio durante los ataques con cohetes
La policía israelí anunció hoy que impondrá un toque de queda nocturno en la ciudad central de Lod, en donde se han intensificado durante varios días los enfrentamientos entre árabes y judíos.
El toque de queda en Lod, una ciudad árabe-judía del este de Tel Aviv, se produce un día después de que el primer ministro Benjamin Netanyahu anunció un estado de emergencia especial en la ciudad luego de días de disturbios.
Se tomó la “decisión estratégica” de que las personas se queden en casa de las 20:00 a las 04:00 hora local, indicó Micky Rosenfeld, vocero de la policía, en una declaración.
Durante el toque de queda, los residentes tendrán que quedarse en sus casas, excepto para buscar atención médica o refugio durante los ataques con cohetes en medio de los actuales enfrentamientos entre Israel y los grupos milicianos de la Franja de Gaza. El máximo castigo por violar el toque de queda es de tres años de prisión.
El alcalde de Lod, Yair Revivo, emitió una declaración en la que exhortó a los residentes a permanecer en interiores para “lograr la tranquilidad e iniciar el proceso de restablecimiento del orden en la ciudad” .
También hubo enfrentamientos en otras ciudades en las que conviven judíos y árabes, como la ciudad norteña de Acre y la ciudad central de Ramleh.
Hoy con anterioridad, Netanyahu asistió a una evaluación de la situación por parte de la policía de Acre e indicó en una declaración que Israel está “en una lucha en varios frentes” , en referencia a los enfrentamientos contra Hamas y a los disturbios en ciudades israelíes.
Netanyahu calificó de “anarquía” los actos de violencia y dijo que son “inaceptables” . Anoche, Netanyahu y el ministro de Defensa, Benny Gantz, ordenaron el traslado a Lod, Acre y otros sitios de unidades paramilitares de la policía fronteriza desde los territorios cisjordanos ocupados por Israel.
El martes, el funeral de un hombre árabe abatido por un judío armado desembocó en enfrentamientos entre miles de árabes y fuerzas de la policía. En la noche, sinagogas, una mezquita, tiendas y decenas de vehículos fueron incendiados, según informes del noticiero estatal israelí Kan TV.
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