
Israel pidió a los habitantes de Deir al-Balah abandonar la zona ante nuevas operaciones, mientras la ONU advierte del impacto devastador para Gaza
La situación humanitaria en Gaza se agudiza tras la orden de evacuación emitida por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) a los residentes de Deir al-Balah, ubicada en el centro del enclave, quienes ahora deben buscar refugio en otras zonas debido a la intensificación de las operaciones militares. Aviones israelíes arrojaron volantes sobre diversos distritos de esta ciudad para advertir a la población que se traslade hacia Al-Mawasi, en la costa del Mediterráneo.
La medida generó escenas de familias que, con sus pocas pertenencias, se movilizaron en carretas tiradas por burros para huir hacia el sur, mientras las FDI realizaban bombardeos en la zona. La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU calificó esta nueva evacuación como “otro golpe devastador a las ya frágiles líneas vitales que mantienen con vida a la población a lo largo de Gaza”.
Te puede interesar: Papa León XIV condena violencia y ataques a iglesias en Gaza
De acuerdo con datos de la ONU, casi el 88% del territorio de Gaza se encuentra bajo órdenes de evacuación o dentro de áreas militares israelíes, lo que ha forzado a 2.1 millones de personas a concentrarse en un fragmentado 12% del enclave, donde la infraestructura esencial está colapsada.
En medio de la crisis humanitaria, la Defensa Civil en Gaza informó que 93 palestinos murieron y decenas resultaron heridos por “disparos israelíes” cerca de centros de distribución de alimentos en el norte y suroeste del enclave. Además, el Ministerio de Sanidad de Gaza, bajo control de Hamás, reportó la muerte de 18 personas “con síntomas de desnutrición en las últimas 24 horas”, sumando un total de 86 fallecimientos por hambre desde el inicio de la escalada, de los cuales 76 corresponden a menores.
El papa León XIV también se pronunció sobre la situación, al condenar la “barbarie” de la guerra en Gaza y exigir el cese del “uso indiscriminado de la fuerza”. Su declaración se realizó días después de un ataque israelí contra la única iglesia católica en Gaza, donde murieron tres personas y resultó herido el sacerdote argentino Gabriel Romanelli.
“Por desgracia, este acto se suma a los continuos ataques militares contra civiles y lugares de culto en Gaza”, expresó el Pontífice tras rezar el Ángelus, momento en que leyó los nombres de las víctimas del ataque y llamó a la comunidad internacional a respetar el derecho humanitario para proteger a los civiles atrapados en la crisis.