
El expresidente de Estados Unidos aborda públicamente su diagnóstico de cáncer avanzado, expresando confianza en su tratamiento y reafirmando su compromiso con los valores democráticos.
El 30 de mayo de 2025, el expresidente Joe Biden apareció en público por primera vez desde que se le diagnosticó un cáncer de próstata agresivo que ha metastatizado a sus huesos. Durante un evento en Delaware, que también conmemoraba el décimo aniversario del fallecimiento de su hijo Beau, Biden expresó sentirse “bien” y “optimista” respecto a su pronóstico, destacando que está recibiendo tratamiento médico especializado.
Biden, de 82 años, reveló que su cáncer tiene un puntaje de 9 en la escala de Gleason, indicando una forma altamente agresiva de la enfermedad. Sin embargo, señaló que el cáncer no ha afectado sus órganos y que sus huesos permanecen fuertes, lo que contribuye a su perspectiva positiva sobre el tratamiento.
En su discurso, el exmandatario también abordó la polarización política actual en Estados Unidos, instando a la ciudadanía a defender los principios democráticos y a honrar el sacrificio de los militares caídos. Aunque evitó mencionar directamente a figuras políticas específicas, sus palabras fueron interpretadas como una crítica a las amenazas percibidas contra las instituciones democráticas.
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A pesar de su diagnóstico, Biden mostró buen ánimo y humor durante su intervención, bromeando sobre su salud mental y reafirmando su confianza en su capacidad para enfrentar el tratamiento. También reflexionó sobre su decisión de no buscar la reelección en 2024, expresando que no se arrepiente y que se siente orgulloso de su legado presidencial.
Mientras tanto, el presidente Donald Trump emitió comentarios despectivos respecto al diagnóstico de Biden, calificándolo de “vicioso” y afirmando que no siente simpatía por él. Estas declaraciones contrastan con el tono conciliador de Biden y han generado críticas por su falta de empatía en un momento delicado para su predecesor.