Dos hombres habrían sometido a los padres y los obligaron a subir a la cajuela de su Toyota Corolla rojo, para luego dispararles en la cabeza
En la última actualización de la Procuraduría General de Justicia del Estado, (PGJE), la línea de investigación que se sigue por el caso de dos cuerpos encontrados en la cajuela de un vehículo tipo sedán, el pasado 11 de abril en Tijuana, es sobre tráfico de drogas.
Un presunto ajuste de cuentas entre narcomenudistas sería el móvil del asesinato de Jaqueline y Andrés Martínez, padres de Heidi, una joven de 17 años a quien presuntamente obligaron a manejar con los cadáveres de sus familiares.
Según los reportes, los hechos ocurrieron el pasado 10 de abril cuando el matrimonio acudió a una cita con un supuesto socio, en la colonia Pedregal de Santa Julia, en Tijuana.
Además, las investigaciones de la Procuraduría indicaron que en dicho lugar, dos hombres habrían sometido a los padres y los obligaron a subir a la cajuela de su Toyota Corolla rojo, para luego dispararles en la cabeza.
Posteriormente, llevaron a la menor de 17 a una casa donde sufrió de abuso sexual; después, la intentaron estrangular con una cuerda roja, aunque la dejaron ir con el vehículo y los cadáveres de sus padres en la cajuela.
Los responsables de estos actos serían parte de una banda de narcomenudistas que habría hecho un ajuste de cuentas en contra de la familia, según las primeras pesquisas de la Procuraduría.
A pesar de que en Tijuana el 80% de los homicidios dolosos están relacionados con el narcomenudeo, las autoridades resaltaron el hecho de que los sicarios liberaron a Heidi.
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