
Kim Kardashian habló sobre la inestabilidad y los episodios que la llevaron a terminar su matrimonio con Kanye West y priorizar a sus hijos
Durante una emotiva entrevista en el pódcast Call Her Daddy, Kim Kardashian se sinceró como nunca antes al hablar sobre uno de los capítulos más difíciles de su vida: su separación de Kanye West. Con tono sereno pero firme, la empresaria compartió los motivos que la llevaron a poner fin a su matrimonio y los duros momentos que atravesó junto al rapero.
Kardashian describió su vida con West como un entorno marcado por la inestabilidad y los excesos. Recordó episodios en los que el artista mostraba comportamientos impredecibles, como cuando “un día estaban ahí, al otro ya no. Se los daba a sus amigos sin más”, dijo al relatar cómo Kanye decidió regalar cinco Lamborghinis de un momento a otro. Este tipo de acciones, sumadas a su negativa a buscar ayuda profesional y a sus frecuentes ausencias emocionales, fueron deteriorando la relación.
“No sentirme segura, emocional ni financieramente, fue una de las señales más claras de que debía terminar el matrimonio”, confesó la también protagonista de The Kardashians. A pesar de ello, reconoció que intentó mantener el vínculo por amor y esperanza: “Cuando alguien tiene su primer colapso mental, quieres brindarle mucho apoyo y ayudarlo a superar eso. Pero cuando esa persona no está dispuesta a hacer cambios, se hace muy difícil continuar en una relación que puede ser tóxica”.
Kim explicó que uno de los principales motivos por los que permaneció tanto tiempo en la relación fue su deseo de proteger a sus hijos. “Cuando tienes hijos, definitivamente es más difícil irse que quedarse. Cambia la vida de todos, para siempre”, afirmó. Sin embargo, hubo un hecho que marcó un antes y un después: cuando Kanye reveló públicamente una conversación privada sobre un posible aborto durante el embarazo de su hija North. “Hay cosas que simplemente no se dicen en público. Eso cruzó todos los límites”, expresó con evidente decepción.
La socialité subrayó que su prioridad siempre fueron sus cuatro hijos —North, Saint, Chicago y Psalm— y que tomó la decisión de separarse al darse cuenta de que su estabilidad mental estaba en riesgo. “Cuando tu estabilidad emocional está en juego y eso te impide criar bien a tus hijos, tienes que tomar decisiones. Tuve que salvarme”, declaró.
Kim y Kanye se casaron en 2014 en una fastuosa ceremonia en Italia, símbolo de lo que parecía un cuento de hadas moderno. No obstante, las diferencias irreconciliables llevaron a Kardashian a solicitar el divorcio en 2021, proceso que culminó en noviembre de 2022. Aunque el trámite estuvo rodeado de controversias mediáticas y declaraciones públicas de Kanye, ambos lograron llegar a un acuerdo sobre la custodia de sus hijos y la división de bienes.
Hoy, a sus 44 años, Kim asegura que no considera su matrimonio un error, sino una etapa significativa de su vida. “Una relación de más de una década con cuatro hijos hermosos no es un fracaso. No puedes pensar así. Tienes que volver a casa contigo misma y ser feliz”, expresó.
Kardashian señaló que, pese al escrutinio público y la presión de la fama, logró aprender a establecer límites y priorizar su bienestar. “Tuve que salvarme para poder ser una mejor madre para todos. Y creo que cuando mis hijos sean mayores, podrán entenderlo”.
Con su testimonio, la empresaria demuestra que incluso las figuras más mediáticas atraviesan crisis personales profundas. Hoy, asegura que su atención está puesta en su familia, en su crecimiento personal y en mantener la paz que tanto le costó recuperar.