
Los resultados de la encuesta CAPI realizada por Grupo Ierós entre el 15 y el 21 de agosto de 2025, con una muestra de 1,000 personas representativas de Baja California, ofrecen un panorama detallado y matizado del escenario electoral rumbo a la gubernatura del estado. La encuesta revela una competencia reñida entre los dos principales contendientes de Morena: Jesús Alejandro Ruiz Uribe, con un 5.0% de preferencia, e Ismael Burgueño Ruiz, con un 4.5%. Esta diferencia de 0.5 puntos se encuentra dentro del margen de error, lo que configura un empate técnico.
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Este resultado contrasta con encuestas telefónicas y digitales de otras firmas, que tienden a destacar a figuras como Montserrat Caballero, Julieta Ramírez o Claudia Agatón, quienes, sin embargo, enfrentan limitaciones significativas. En particular, Agatón se ve afectada por el contexto de creciente violencia y presencia del crimen organizado en su región, lo que complica su posicionamiento. La cercanía en las preferencias refleja un electorado que percibe a ambos candidatos como opciones viables, sin que ninguno haya consolidado una ventaja definitiva. Este escenario sugiere que la contienda interna de Morena permanece abierta y altamente competitiva.
Un análisis más profundo de los datos revela diferencias clave en los perfiles de los candidatos. Jesús Alejandro Ruiz Uribe destaca por su conexión con la ciudadanía: el 65% de los encuestados lo percibe como cercano a la gente, y el 54% lo considera una opción sólida para la gubernatura, además es el único personaje con reconocimiento estatal. Sus principales fortalezas incluyen atributos intangibles de gran valor político: honestidad (9/10), cercanía ciudadana (8.5/10) y conocimiento del estado (8.5/10). Estos elementos son esenciales en un contexto donde la empatía y la credibilidad son factores determinantes para el electorado. Por su parte, Ismael Burgueño Ruiz se distingue por su experiencia al frente del municipio de Tijuana, y esto le otorga fortalezas en experiencia administrativa (8.5/10) y visibilidad pública (8/10).
La encuesta también arroja luz sobre la identificación partidista en el estado. Morena mantiene una ventaja estructural significativa, con un 52% de apoyo ciudadano, frente al 7% del PAN y el 4% del PRI. Este dominio sugiere que la contienda por la gubernatura se definirá principalmente en la selección interna de Morena. Sin embargo, el 37% de ciudadanos sin identificación partidista representa un segmento clave que podría inclinar la balanza hacia el candidato que logre articular una propuesta convincente y transversal.
Por contraste con los dos principales aspirantes, otras figuras como Julieta Ramírez (0.5%), Armando Ayala (0.3%) y Fernando Castro (0.2%) registran niveles de apoyo marginales, lo que los sitúa fuera de la contienda principal. Esta polarización no necesariamente refleja limitaciones de estos aspirantes, sino una dinámica natural en procesos electorales competitivos, donde la atención ciudadana y mediática tiende a concentrarse en los candidatos percibidos como más viables.
La existencia de una competencia interna vigorosa dentro de Morena es un indicador positivo para la democracia en Baja California. La necesidad de que los candidatos compitan por el respaldo ciudadano, presenten propuestas claras y demuestren sus capacidades puede elevar la calidad del debate público y, en última instancia, del gobierno resultante. La cercanía en las preferencias entre Ruiz Uribe y Burgueño indica que ambos deberán intensificar sus esfuerzos para articular propuestas programáticas sólidas y construir coaliciones amplias, lo que podría traducirse en compromisos más específicos y relevantes para la ciudadanía.
Los datos de la encuesta CAPI de Grupo Ierós reflejan una contienda electoral dinámica y competitiva, con dos candidatos principales que representan perfiles complementarios: uno basado en la cercanía ciudadana y otro en la experiencia administrativa. La fortaleza de Morena como partido dominante, combinada con un segmento significativo de electores no alineados, plantea un escenario donde la capacidad de movilización y la claridad de las propuestas serán determinantes.
Con información de Excelsior