
Aunque La Luz del Mundo enfrenta investigaciones y podría perder su registro oficial, su estructura religiosa y miles de fieles le permitirían continuar activa
La Iglesia de La Luz del Mundo atraviesa uno de los momentos más tensos de su historia. Mientras su líder, Naasón Joaquín García, cumple una condena de 16 años y ocho meses de prisión en Estados Unidos por abuso sexual de menores, el futuro legal y religioso de la congregación se mantiene en el centro del debate público.
Fundada en 1926 en Guadalajara por Eusebio “Aarón” Joaquín González, la organización creció hasta convertirse en una de las iglesias mexicanas con mayor presencia internacional. Sin embargo, su credibilidad y operación se han visto afectadas desde la detención de su actual jerarca en 2019.
La Secretaría de Gobernación (Segob), a través de la Dirección de Asuntos Religiosos, mantiene abierta una investigación sobre la congregación, luego de que se informara que un grupo de 38 hombres presuntamente vinculados con la iglesia realizaba entrenamientos tácticos con armas de fuego, lo que llevó a la presidenta Claudia Sheinbaum a ordenar una revisión del caso.
Pese a la polémica, Sheinbaum subrayó que “hay miles de personas que acuden de buena fe a los templos de La Luz del Mundo”, destacando que las investigaciones deben enfocarse en posibles delitos, no en los creyentes.
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En entrevista, el antropólogo de las religiones Elio Masferrer Kan explicó que incluso si la Segob decide cancelar su registro como asociación religiosa, la iglesia podría seguir operando como religión gracias a su amplia base de fieles.
“Podrían seguir como religión, pero no como asociación religiosa”, precisó.
El especialista recordó que La Luz del Mundo no pertenece a la corriente pentecostal ni a la evangélica tradicional, sino que se define como una iglesia restauracionista y carismática, con una estructura de mando dinástica en la que el liderazgo pasa de generación en generación dentro de la familia Joaquín.
En su análisis, Masferrer enfatizó que la organización mantiene una influencia política considerable, ya que históricamente ha negociado con distintos partidos para obtener representación en espacios legislativos.
“Ellos operan como un bloque confesional”, comentó el investigador.
ctualmente, la iglesia afirma contar con millones de fieles, aunque los censos oficiales indican cifras mucho menores: alrededor de 191 mil creyentes y más de mil templos registrados en el país.
Masferrer agregó que el grupo ha logrado mantenerse vigente gracias a una red sólida de creyentes que defienden su doctrina, la cual celebra la figura del “apóstol” como un mediador divino.
“Están en la creencia de los dioses vivos, con capacidad de recibir instrucciones de la divinidad”, explicó.
Nuevas investigaciones y detenciones
El escándalo por los delitos de Naasón Joaquín García se amplió con nuevas detenciones en Estados Unidos. Entre los señalados se encuentra su madre, Eva García de Joaquín, arrestada en Los Ángeles bajo acusaciones de abuso sexual y trata de personas. Otros miembros cercanos al liderazgo, como Joram Núñez Joaquín, sobrino del apóstol, también fueron detenidos por intentar intimidar a víctimas.
La Fiscalía estadounidense sostiene que los abusos cometidos por los líderes de La Luz del Mundo son parte de “una tradición profundamente inquietante” iniciada por el fundador Eusebio Joaquín y continuada por sus descendientes.
Pese a los señalamientos, la iglesia sigue realizando actos religiosos en distintos países. En septiembre celebró la Santa Convocación 2025 en Barcelona, España, donde, según su sitio web, las delegaciones “se reunieron con gozo y solemnidad para conmemorar el memorial sagrado instituido por el Señor Jesucristo”.
Mientras tanto, expertos como Masferrer consideran que el futuro de La Luz del Mundo dependerá de su capacidad para romper con su estructura dinástica y reorganizarse sin la figura de Naasón Joaquín.
“Los que viven de la estructura eclesial buscarán salvar a la Iglesia, incluso si deben apartar al grupo familiar que la controla”, concluyó.
En medio de las investigaciones judiciales, los cuestionamientos políticos y las divisiones internas, La Luz del Mundo enfrenta una encrucijada: redefinirse o fragmentarse. Sin embargo, su fe y sus miles de seguidores parecen decididos a evitar que la llama que la sostiene se apague.
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