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La salud mental en la pantalla grande #VIDEO

Con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, hacemos un pequeño recorrido por algunas películas que tocan el tema

Entendemos por salud mental como el estado óptimo de bienestar emocional, psicológico y social, el cual impacta nuestra forma de pensar y sentir, de enfrentar la vida y sus distintas situaciones.

Igualmente nos ayuda a determinar nuestra toma de decisiones por las manera en que manejamos el estrés y cómo nos relacionamos con el resto de las personas, a lo largo de toda la vida.

En este sentido, los problemas relacionados con este aspecto, se denominan enfermedades mentales, las cuales pueden afectar de forma temporal o crónica; por lo que, siendo diagnosticado, pueden mejorar y recuperarse.

Así, con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, que se conmemora este 10 de octubre, hacemos un pequeño recorrido por algunas películas que tocan el tema de las anormalidades en salud mental.

Perdida (Gone Girl)

Película de suspenso psicológico dirigida por David Fincher y escrita por Gillian Flynn en 2014, basada en su novela homónima de 2012.

Protagonizada por Ben Affleck, Rosamund Pike, Neil Patrick Harris, Carrie Coon y Tyler Perry está ambientada en Misuri y sigue el misterio de la extraña desaparición de Amy (Rosamund Pike) justo el día de su quinto aniversario, quedando su esposo Nick Dunne (Ben Affleck) como el principal sospechoso.

Quedando claro que Nick sabe muy poco de su esposa, vemos escenas retrospectivas que corresponden al diario de Amy en las que descubrimos cómo se conocieron la forma en que su matrimonio se fue descomponiendo. cómo su matrimonio poco a poco empezó a deteriorarse, en medio de la recesión de 2008.

Después de que las evidencias complican las cosas para Nick, vamos viendo que Amy planeó meticulosamente cada detalle de su desaparición para inculpar a su esposo y fuera sentenciado por asesinato.

Conforme avanza la trama, vamos viendo que la dulce Amy una sociópata muy inteligente, despiadada y cruel.

Tenemos que hablar de Kevin (We need to talk about Kevin)

Kevin Khatchadourian es un adolescente interpretado por Ezra Miller que está preso después de cometer un crimen.

Es hijo de Eva, escritora de viajes encarnada por Tilda Swinton, quien vive sola en una casa en decadencia y trabaja en una agencia de viajes de un centro comercial en un pueblo cerca de la prisión donde lo visita.

Kevin siempre fue un niño difícil, que no logra desarrollar vínculos con nadie, incluida su madre.

De bebé lloraba sin cesar, rechazaba las muestras de cariño y se mostraba apático ante todo estímulo.

Tras una serie de eventos violentos por su conducta incorregible, Eva intenta hablar Franklin, su esposo (John C. Reilly) sobre su angustiante preocupación por los problemas de comportamiento que manifiesta su hijo, pero éste las rechaza y justifica todo.

Así, con la muerte de la mascota de la familia y la perdida de un ojo de su segunda hija a manos de Kevin, este patrón de sospecha por parte de Eva y las excusas de su marido intensifican el temor de la madre por su propio hijo, al advertir indicios crecientes de placer al lastimar a los demás.

Todo esto termina en una serie de asesinatos cometidos por Kevin, que incluyen a su padre y a su hermana, y encarcelamiento; frente a una Eva frustrada por haber sido ignorada en sus múltiples sospechas.

La isla siniestra (Shutter Island)

Dirigida por Martin Scorsese y protagonizada por Leonardo Dicaprio, nos sitúa en el año 1954, cuando el agente judicial Teddy Daniels (DiCaprio) y su compañero Chuck Aule (Mark Ruffalo) se trasladan a una isla en la que está asentado un hospital psiquiátrico para los enfermos más peligrosos, a fin de indagar la misteriosa desaparición de una paciente.

El único indicio encontrado en la habitación de la mujer desaparecida es un trozo de papel en el que se pueden leer una serie de cifras y letras sin aparente significado, por lo que los agentes tendrán que desentrañar si se trata de una obra incoherente de una enferma mental o un criptograma con un mensaje oculto.

Después de una serie de sucesos que se registran dentro de la isla y una cadena de recuerdos, hacia el final vemos que el personaje de Dicaprio accede a los recuerdos sobre la muerte de su familia, recordando quién es y lo que le condujo a ese lugar.

También descubrimos que el agente interpretado por Ruffalo, en realidad es su médico, el cual cual habría ideado un plan para devolverlo a la realidad y avanzar en su tratamiento, probablemente por estrés postraumático.

Psicosis (Psycho)

Película de terror y suspenso dirigida por Alfred Hitchcock, protagonizada por Anthony Perkins, Vera Miles, John Gavin, Martin Balsam y Janet Leigh.

Basada en la novela homónima de 1959, escrita por Robert Bloch, que a su vez fue inspirada por los crímenes de Ed Gein, un asesino en serie de Wisconsin.

La película tiene lugar en su mayor parte en un solitario motel, donde se aloja una secretaria, Marion Crane, interpretada por Janet Leigh, que ha escapado después de robarse el dinero de la empresa donde trabajaba.

El desvencijado motel está regentado por Norman Bates, que interpreta aterradoramente Anthony Perkins.

Si bien Psicosis es recordada por la impactante escena en que su joven protagonista es brutalmente asesinada cuando parece estar disfrutando de un baño, Hitchcock juega con una serie de elementos que nos revelan al psicótico Norman y su extenso espectro de personalidades; las cuales van desde la amistosa, pasando por la malicia y la frialdad del asesino en serie.

Azul (Trois couleurs: Bleu)

Dirigida por Krzysztof Kieslowski, quien consigue enlazar las emociones evocadas desde descarado y directo uso del color azul en la pantalla con las emociones persistentes en nuestras experiencias, memoria individual y acciones colectivas, Trois Couleurs: Bleu es un impactante análisis psicológico de la libertad.

Protagonizada por Juliette Binoche, la trama ocurre en París, donde Julie, esposa del célebre compositor Patrice de Courcy, sobrevive a un macabro accidente automovilístico, en el que pierde a su marido y a su pequeña hija, Anna.

Durante la convalecencia, intenta suicidarse, sin éxito, y cuando sale del hospital debe enfrentar la vida sin su familia, por lo que decide aislarse totalmente del mundo exterior y de los recuerdos de su antigua vida.

A pesar de sus deseos autodestructivos, París empuja a Julie a afrontar aspectos del pasado que afloran, y le impide seguir adelante con su duelo.

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