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La Universidad Anáhuac Puebla expulsa a los individuos conocidos como “mirreyes” que estuvieron involucrados en la agresión contra Neto Calderón

Los hermanos gemelos Luis Roberto y Francisco Rodolfo han sido suspendidos, según confirmó José Mata Temoltzin en una entrevista con Pascal Beltrán del Río. Mata Temoltzin subrayó la importancia de que no se permita la impunidad en este caso.

Durante el fin de semana, un video se hizo viral en las redes sociales que mostraba a un grupo de ocho individuos agrediendo a un joven llamado Ernesto Calderón en la zona de bares de Angelópolis, en la ciudad de Puebla. Tanto la Fiscalía General del estado como los usuarios de Internet lograron identificar a los agresores, incluyendo a dos estudiantes de la Universidad Anáhuac Puebla, los hermanos Luis Roberto y Francisco Rodolfo Romero Figueroa.

Como resultado de la agresión, el joven Ernesto Calderón fue diagnosticado con una fractura en el cráneo y sufrió daños en la movilidad de un ojo debido a las lesiones que recibió. El rector de la Universidad Anáhuac Puebla, José Mata Temoltzin, informó que afortunadamente, en ese momento, el joven afectado ya no estaba en el hospital y había regresado a su casa, pero subrayó que un acto como este no puede quedar impune.

En una entrevista con Pascal Beltrán del Río en la Primera Emisión de Imagen Radio, el rector proporcionó detalles sobre la respuesta de la Universidad Anáhuac Puebla una vez que se hizo evidente que dos estudiantes de la institución estaban involucrados en el incidente.

Explicó que se tomaron las medidas adecuadas de inmediato y se colaboró plenamente con las autoridades. Dentro de la Anáhuac, se decidió que a los dos estudiantes implicados se les aplicaría una “suspensión y restricción de participación en cualquier actividad académica, deportiva y cultural, la restricción de acceso al campus universitario”. Además, se activó una comisión consultiva y disciplinaria para llevar a cabo el proceso de expulsión definitiva de los estudiantes.

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No obstante, advierte el rector, “eso no resuelve el problema, nosotros necesitamos influir, como comunidad, para construir una cultura de paz”. Si bien, por un lado, afirmó que el reglamento interno de la institución se ha ido adaptando y “mejorando” para que calce mejor con el contexto mexicano actual, alertó que los casos de violencia entre jóvenes “han ido en aumento en la última década, hemos visto un crecimiento de este tipo de relaciones entre los jóvenes”, influenciado, dijo, por el “ecosistema sustancialmente violento” del país.

Ante tales circunstancias, el rector de la Universidad Anáhuac de Puebla insistió en que se tiene que “abonar una cultura de solidaridad, de empatía, de serenidad, evitando polarizaciones, desunión, división social”.

En vista de ello, motivó a que este sea “un episodio de reflexión conjunta”, tanto en la interacción entre padres e hijos, como en la propia violencia estructural, “tenemos que decirles, de manera permanente a nuestros hijos, que la violencia sólo conduce a más violencia”, y llamó a las familias, en particular, a que mediten este acontecimiento: “todos sus hijos ya están enterados, los papás también, siéntense y conversen, verán que hay mucho que aprender y mucho que trabajar conjuntamente.”

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