
El atentado contra Donald Trump en 2024 reavivó el interés en las profecías de Baba Vanga, famosa vidente búlgara a la que se atribuyen visiones globales
El nombre de Baba Vanga, mística búlgara apodada la “Nostradamus de los Balcanes”, volvió a circular en medios y redes sociales tras el atentado sufrido por Donald Trump en julio de 2024. La vidente, fallecida en 1996, es recordada por sus supuestas visiones sobre eventos históricos y personajes de gran influencia política.
Diversas publicaciones internacionales, entre ellas Times of India y Unilad Tech, mencionan que la clarividente habría advertido que Trump enfrentaría una “misteriosa enfermedad” que afectaría su oído y estaría asociada a un tumor cerebral. La interpretación cobró fuerza tras el ataque en Butler, Pennsylvania, cuando un francotirador disparó contra el expresidente y la bala rozó su oreja derecha. Aunque Trump sobrevivió, perdió sangre y fue retirado del lugar por el Servicio Secreto.
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El episodio fue interpretado por seguidores de Vanga como la confirmación de una de sus visiones. Sin embargo, no existen pruebas médicas de que el político padezca un tumor cerebral ni de que haya quedado sordo, como circula en ciertos rumores. La referencia a un “peligro para la vida” de un presidente estadounidense es una de las más repetidas en artículos sobre Vanga, pero no hay evidencia concreta de que ella nombrara a Trump de manera directa.
En paralelo, algunos medios relacionan otra de sus supuestas profecías con una crisis económica global prevista para 2025-2026. Analistas han conectado esa advertencia con la candidatura de Trump y con las tensiones comerciales que marcaron su gestión previa en la Casa Blanca.
Las visiones atribuidas a Baba Vanga abarcan otros episodios conocidos: la caída de la Unión Soviética, el desastre de Chernóbil, el naufragio del submarino Kursk, la muerte de la princesa Diana y los ataques del 11 de septiembre de 2001. También se le adjudican predicciones como el tsunami del océano Índico en 2004 o la llegada de Barack Obama a la presidencia.
No obstante, muchas de sus frases son vagas o han sido reinterpretadas después de los hechos, lo que alimenta el escepticismo. Ejemplo de ello fueron las versiones que aseguraban que Europa dejaría de existir en 2016 o que estallaría una guerra nuclear a inicios de la década pasada, predicciones que nunca se cumplieron.
El caso de Trump refleja este fenómeno de reinterpretación: un hecho real, como el atentado, se entrelaza con visiones ambiguas atribuidas a la vidente, generando un relato que mezcla coincidencias, mito y difusión mediática. Tras el ataque, el propio exmandatario declaró: “La bala rozó la parte superior de mi oreja derecha”, minimizando el impacto del incidente, pero sin frenar la especulación en torno a la supuesta predicción.
Nacida en 1911 en Strumica, hoy Macedonia del Norte, Vangelia Pandeva Dimitrova —su nombre real— perdió la vista a los 12 años y desde entonces afirmó tener dones visionarios. A lo largo de su vida recibió a líderes políticos, militares y ciudadanos que buscaban orientación. Murió en 1996, pero su legado sigue siendo objeto de debate entre creyentes y críticos.







