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Laura Esquivel más allá de Como agua para chocolate

Laura Esquivel más allá de Como agua para chocolate

En Como agua para chocolate, Laura Esquivel hace un poderoso homenaje a la cocina y pone el dedo en la llaga sobre la condición de ser mujer

Laura Esquivel nació el 30 de septiembre de 1950 en en el entonces México DF, y es una de las escritoras mexicanas más reconocidas, gracias al realismo mágico que emplea en sus novelas, siendo Como agua para chocolate de 1989 la más célebre.

Ganadora de 10 premios Ariel, Como agua para chocolate fue llevada al cine por su entonces esposo, el director Alfonso Arau, cuya historia hace un sentido homenaje a la cocina como pieza fundamental de todo hogar a través de Tita, su personaje principal, quien tiene prohibido casarse con Pedro, de quien está profundamente enamorada, por una tradición familiar que obliga a las hijas menores a permanecer solteras para cuidar a su madre, y él terminó casándose con una de sus hermanas, para así poder estar cerca de ella.

Como compendio de un fascinante y delicioso recetario de manjares mexicanos, también es un tratado sobre la visión y el papel de la mujer en la sociedad mexicana, teniendo al arte de cocinar como el hilo conductor de su historia de vida, aderezando los cambios sociales, personales y familiares.

Con estudios como educadora, así como en teatro y creación dramática, especializada en teatro infantil, Laura Esquivel entra en 1980 en la creación de guiones cinematográficos y debuta en 1985 con el guión de la película Chido One, el Tacos de Oro.

Gracias este guión, fue Laura Esquivel fue nominada como mejor argumento en el premio Ariel de la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas de México.

Después, en 1987 escribe la obra de teatro infantil Viaje a la isla de Kolitas, la cual obtuvo un notable éxito entre los niños de esa época, permaneciendo en cartelera por un año. Sin embargo, aunque Como agua para chocolate ha sido la piedra angular de su carrera literaria, Laura Esquivel ha escrito más textos.

Su segunda novela, La ley del amor, apareció en 1994 y es una apasionada historia que entremezcla una original y atractiva propuesta en la que se mezclan la magia de las culturas prehispánicas y los rastros de vidas pasadas, con el amor, los desencuentros y la perseverancia de la protagonista por estar a la altura de su destino.

Durante la conquista de México, el español Don Rodrigo se enamora perdidamente de Citlali, una joven india, y la toma a su servicio para estar más cerca de ella. Llevada por su odio a los conquistadores, Citlali se venga cruelmente de la pasión de Rodrigo, que acabará matándola.

Marcados por esta trágica historia de amor y odio, los protagonistas irán reviviendo su drama en sucesivas encarnaciones a lo largo de ocho siglos.

En 1998, publicó Íntimas suculencias: tratado filosófico de cocina, obra que transita entre la autobiografía, el ensayo, las narraciones breves, la memoria y las recetas de cocina, para conversar con el lector entre ollas y fogones.

En este tratado filosófico, Laura Esquivel nos explica la importancia de la cocina para recuperar el contacto con la tierra y sus frutos. Así, al experimentar la comida como un ritual, podremos redescubrir nuestra herencia cultural y familiar, sanar espiritualmente y plasmar nuestras emociones.

Además, descubrimos cómo fue que Esquivel concibió la historia y los personajes de su bestseller internacional Como agua para chocolate, un testimonio del amor que pueden transmitir los alimentos.

En el año 2000 sale El libro de las emociones, conformado por cinco ensayos que tratan de entender, explicar y reflexionar nuestra dimensión afectiva.

Es una búsqueda personal en la que Laura Esquivel tratará de comprender uno de los aspectos más trascendentales del ser humano: nuestras emociones frente a la modernidad y su rechazo a los afectos, a la individualidad y la espiritualidad.

Así, propone que el pensamiento y la emoción no son contrarios,sino que son procesos paralelos en todo ser humano. El libro de las emociones explorará la relación que existe entre las emociones, la memoria, el recuerdo, la representación, las imágenes y las palabras.

En 2006 retoma a Malinche, uno de los personajes más emblemáticos y controvertidos de la historia mexicana, adentrándose con profundidad tanto en su atormentada alma como en el corazón de México.

Acusada de traicionar a su pueblo, Malinalli, la Malinche, fue la traductora y después amante de Hernán Cortés, Laura Esquivel recrea a una mujer que que creyó en el extranjero como el que pondría fin a los terribles sacrificios humanos de la religión azteca, pero que acabaría en cambio descubriendo la crueldad no menos sangrienta de los conquistadores.

En 2014 publicó A Lupita le gustaba planchar, una parábola moral sobre un mundo en crisis y la búsqueda del amor universal que marca su primera incursión en la novela policíaca y cuya protagonista es una mujer policía alcohólica que se torna una antiheroína fuera de serie, sobreviviente de la muerte de su hijo y del abandono del marido.

Sobreviviendo en un medio donde reinan las apariencias, el dinero y el poder, en su búsqueda del amor, termina desentrañando el asesinato de su jefe, el jefe político de Iztapalapa, poniendo en riesgo su propia vida.

Para 2016 es que publica El diario de Tita, la continuación de Como agua para chocolate, y en la que nos adentramos como nunca en el universo más íntimo de Tita de la Garza a través de su diario.

Desde el instante inolvidable en el que descubre el amor hasta el día que debe renunciar a él, para cuidar a su madre, de acuerdo con una antigua, injusta y cruel tradición familiar.

Este doloroso acontecimiento, lejos de confinarla a la soledad y el silencio, la llevará a encontrar sus dos vías de expresión: mediante la escritura dialoga consigo misma y, a través de la cocina, se comunica con el mundo y los otros, compartiendo sus fotografías familiares, cartas, flores y otros objetos impregnados con el encanto de la nostalgia.

Además, narra veinte años de la historia que no están contemplados en Como agua para chocolate, arrojando nueva luz para comprender a los personajes y ser testigos de la lucha vital de la protagonista para poner punto final a una tradición en la que las mujeres no tienen voz ni derecho a decidir sobre sus vidas.

Finalmente, en 2017 cierra la trilogía de Como agua para chocolate con Mi negro pasado, que es una férrea defensa de la independencia de la mujer, y la mejor receta contra los males de nuestros días: el desarraigo, la obesidad y el consumismo vacío.

María, adicta a la comida, sufre el injusto fin de su matrimonio, en mitad de una avalancha de reproches racistas y machistas. Deshecha, recibe de manos de Lucía, su abuela por mucho tiempo ausente, el diario de Tita.

Al adentrarse en él, descubrirá insospechados secretos familiares, la capacidad del espíritu humano para volar alto gracias a la alquimia que transforma los ingredientes naturales en alimento y un sentido de pertenencia jamás experimentado.

Sorteando los baches filiales, mientras gana confianza en sí misma, crea una conexión inquebrantable con Tita y todos sus ancestros, consiguiendo así la reconciliación de cuerpo y mente, renaciendo.

IPR

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