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¿Le temes a la anestesia? Aquí despejamos algunos mitos

Por prejuicios, es muy común tener temor a este proceso que antecede a una cirugía, pero aquí despejamos los mitos para que no vuelvas a sentir ‘nervios’

A lo largo de la vida es inevitable someterse a algún procedimiento quirúrgico que implique el suministro de anestesia. Pero hay varios mitos entorno a la anestesia que pueden provocar miedo, pero habrá que recordar que antes de 1840, lo único que se tenía para soportar el dolor era: apretar los dientes o gritar.

Viendo así el panorama, la anestesia no puede ser tan mala pues su único propósito es inhibir el dolor.

Existen tres tipos de anestesia:

• Local: Entumece una pequeña área del cuerpo. Permaneces despierto y alerta
• Regional: Bloquea el dolor en un área del cuerpo, como un brazo o pierna. Un tipo común es la anestesia epidural, que se usa en forma frecuente en partos
• General: Te vuelve inconsciente. No sientes ningún dolor, y después no recuerdas la intervención quirúrgica

Antes de decidir el tipo de anestesia adecuada para cada paciente, es importante tener una cita o plática previa con el anestesiólogo para que, basados en sus condiciones de salud y el procedimiento a realizar, pueda definirse el método a seguir.

Ahora para despejar las dudas, seleccionamos algunos de los mitos más comunes de la anestesia para que a la próxima cirugía vayas con más tranquilidad.

¿La anestesia se vomita?
No, la mayor parte de la medicación anestésica se elimina mediante la orina.

¿Es arriesgado someterse a una anestesia general?
El riesgo viene determinado por el estado general del paciente, el grado de control de sus enfermedades previas, así como el tipo de intervención que se llevará a cabo. Es labor del anestesiólogo hacer que el paciente llegue a la intervención en el mejor estado posible.

¿Puedo quedarme en la anestesia y no despertar?
No, por ello el anestesiólogo lleva el “minuto a minuto” durante el procedimiento médico. Los casos de muerte por anestesia ocurren principalmente en pacientes con padecimientos crónicos muy complicados; por ejemplo, el trasplante de un órgano, pero mueren por otras causas. NO por la anestesia.

¿Y si le pasa algo a mi órganos y por la anestesia los médicos no lo notan?
Durante la cirugía, los médicos se apoyan de aparatos electrónicos que miden la presión arterial, los niveles de oxígeno en sangre, la función del corazón y los patrones respiratorios. Por lo que ante cualquier emergencia pueden actuar oportunamente.

¿Despertar de la anestesia es terrible?
Es verdad, hay casos donde las personas se despiertan con crisis nerviosas, llorando, gritando o con un enorme malestar. Sin embargo, hoy es común administrar medicamentos, durante el procedimiento quirúrgico, que ayudan a un mejor despertar.

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