
Tras meses de inestabilidad en Corea del Sur por la ley marcial de Yoon, sondeos dan ventaja al liberal Lee Jae-myung con más del 51 por ciento de votos
Corea del Sur se prepara para un cambio político significativo luego de meses de agitación institucional. Los primeros sondeos tras el cierre de urnas apuntan a que el liberal Lee Jae-myung se encamina a convertirse en el próximo presidente del país, con una ventaja clara sobre su principal contrincante. Según estimaciones de las principales televisoras KBS, MBC y SBS, el candidato del Partido Demócrata habría obtenido un 51.7 % de apoyo, frente al 39.3 % de Kim Moon-soo, representante conservador. Una encuesta paralela de JTBC arrojó cifras similares.
De confirmarse los resultados, Lee asumiría el cargo de forma inmediata, sin periodo de transición, como lo estipula la legislación vigente en caso de vacancia presidencial. Esta elección fue convocada de forma anticipada luego de que el Tribunal Constitucional destituyera al expresidente Yoon Suk Yeol por haber declarado una ley marcial el 3 de diciembre, medida que derivó en una profunda crisis política y social.
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La tensión se reflejó en las calles y en las urnas. La participación electoral se elevó a casi 78 %, superando la registrada en comicios anteriores. Para la politóloga Kang Joo-hyun, esta elección funcionó como “un referendo sobre el gobierno anterior”. El fallido intento de militarización del país no solo dividió a la opinión pública, sino que también erosionó las bases conservadoras.
Uno de los momentos que marcó la figura de Lee ocurrió durante el decreto de ley marcial, cuando corrió al Parlamento para transmitir en vivo la votación que bloqueó el decreto. Ese acto lo posicionó como símbolo de resistencia, lo que sumado a un intento de asesinato en 2024 reforzó su imagen pública, según señaló la académica Choi Mi-ran.
Lee hereda una serie de desafíos que van desde el conflicto con Corea del Norte hasta una economía que crece apenas un 1.1 % anual, afectada por disputas comerciales globales. También deberá enfrentar la alarmante tasa de natalidad, la más baja del planeta, y un clima de polarización política que se manifiesta en protestas continuas en la capital.
Durante su campaña, propuso una política económica basada en justicia social, con inversión pública en industrias verdes, atención infantil y un nuevo impuesto al gran patrimonio. En temas de seguridad, reafirmó la alianza con Estados Unidos, pero mostró disposición a dialogar con Pyongyang, retomando elementos de la llamada “Política del Sol”.
Mientras continúa el conteo oficial —con resultados definitivos esperados en las primeras horas del miércoles—, las reacciones internacionales no se hicieron esperar. Estados Unidos saludó el proceso democrático y China pidió estabilidad en la península. Japón expresó su deseo de fortalecer los lazos trilaterales.
En un mensaje tras conocerse los primeros sondeos, Lee expresó: “Necesitamos cerrar esta herida y avanzar juntos. Prometo gobernar para quienes me apoyaron y para quienes temen mi victoria”. Así, el abogado que desafió tanques durante una crisis política podría convertirse en el noveno presidente electo de la era democrática surcoreana.