
En su primer discurso como Papa, León XIV rindió homenaje a Francisco y llamó a la paz, el diálogo y la construcción de puentes entre los pueblos.
El Vaticano vivió este 8 de mayo de 2025 una jornada histórica con la elección del cardenal estadounidense Robert Prevost como nuevo pontífice de la Iglesia católica. Tras la votación del cónclave, compuesto por más de 130 cardenales, Prevost emergió ante miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro para pronunciar su primer discurso como líder espiritual de más de mil millones de católicos en el mundo.
Prevost, quien adoptó el nombre pontificio de León XIV, hizo referencia de forma inmediata a su antecesor, el Papa Francisco, destacando su legado y expresando la intención de continuar con la senda de reformas impulsadas durante el papado del argentino. Especialistas en temas religiosos consideran que el nuevo pontífice buscará consolidar el espíritu de cambio y apertura que marcó la última década de la Iglesia.
El discurso inaugural de León XIV estuvo cargado de referencias a la paz, al amor de Dios y a la importancia de tender puentes de entendimiento entre las naciones. “Queridos hermanos y hermanas, este es el primer saludo de Cristo resucitado y buen pastor, que ha dado la vida por el rebaño de Dios. También yo quisiera que este saludo de paz llegue hasta sus corazones, en su alcance a sus familias, a todas las personas, donde quiera que se encuentren, a todos los pueblos, a toda la tierra. La paz esté con ustedes”, expresó.
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El nuevo pontífice hizo un llamado a construir “una paz desarmada y desarmante”, que brote de la fe y el amor de Dios. Al recordar la figura de Francisco, León XIV dijo: “Incondicionalmente, todavía conservamos en nuestros oídos esa voz débil, pero siempre valiente, del Papa Francisco, que bendecía a Roma, el Papa que bendecía a Roma, daba también su bendición al mundo, al mundo entero, esa mañana del día de Pascua”.
León XIV manifestó su deseo de seguir la ruta marcada por Francisco, reafirmando que el mal no prevalecerá y alentando a los fieles a caminar “sin miedo, unidos, mano en la mano con Dios y entre nosotros”. También hizo énfasis en la misión de la Iglesia de servir como un puente entre los pueblos, promoviendo el diálogo, la acogida y el trabajo en común para construir un mundo más justo.
En su mensaje, el Papa agradeció a los cardenales que lo eligieron y se definió a sí mismo como “un hijo de San Agustín, Agustino, cristiano y para ustedes obispo”. Además, dirigió palabras especiales a la Iglesia de Roma y al mundo hispanohablante: “¡Qué lindo! Un pueblo que ha acompañado a su obispo, ha compartido su fe y ha dado tanto para seguir siendo la iglesia fiel de Jesucristo”.
León XIV también destacó el papel de la Virgen María, cuya festividad de la Virgen de Pompeya coincidió con el día de su elección, e invitó a los fieles a buscar juntos cómo ser “una Iglesia misionera, una Iglesia que construye puentes de diálogo, siempre abierta a recibir, como esta plaza, con los brazos abiertos a todos”.
La llegada de Robert Prevost al trono de San Pedro ha sido recibida con expectativa por sectores tanto dentro como fuera del Vaticano, que observan cómo se perfilará este nuevo liderazgo. Aunque aún es pronto para prever cuál será su impronta, analistas coinciden en que el énfasis en la paz, el encuentro y la continuidad de las reformas será un sello distintivo de este nuevo pontificado.
La elección de un pontífice estadounidense también marca un hito en la historia reciente de la Iglesia, dado que Robert Prevost es el primer Papa nacido en Estados Unidos. Sin embargo, los conocedores de su trayectoria destacan su perfil internacional y su cercanía a las comunidades de habla hispana, elementos que probablemente definirán parte de su ejercicio pastoral en los próximos años.
La jornada concluyó entre aplausos y vítores de los asistentes, quienes escucharon emocionados cada palabra de León XIV. Los próximos días estarán marcados por reuniones con líderes de la Curia y representantes de diferentes confesiones religiosas, donde se comenzarán a delinear las prioridades de este nuevo papado.