Lluvia, civilidad y tantita madre

Inundaciones por lluvias en la Ciudad de México
Inundaciones por lluvias en la Ciudad de México

Con el verano, llegan las lluvias y los percances en las grandes ciudades como la de México, que ha registrado precipitaciones atípicas al menos en este periodo de la historia contemporánea. La cantidad de agua que ha caído, los encharcamientos, inundaciones y accidentes provocados por la madre naturaleza y la falta de previsión, nos hacen pensar en qué protocolos aplicar como sociedad y autoridad para minimizar el riesgo cada vez que Tlaloc nos deja ver su poder.

En la semana fuimos testigos de desbordamiento de ríos, inundaciones en calles de una ciudad que se creía impenetrable, cascadas que adornan los subterráneos de la capital y desafortunadamente muertes que quizá se pudieron evitar.

Empecemos por lo básico. Cada que llueve parecemos hormiguitas, del precario orden que a veces tenemos pasamos al caos total. Por ello, hay que contemplar que cuando el ambiente cambia, lo primero que necesitamos es calma. Saber que las condiciones de nuestro entorno se modificarán y habrá que pensar en ello pues ya sabemos qué hacer. Cuando llueve el pavimento queda resbaloso, las coladeras empezarán a sacar agua, habrá personas que buscarán refugio descuidando la atención y todo mundo querrá llegar a su casa primero que los demás.

Si vas en coche, ten en cuenta lo siguiente:

  • Harás más tiempo del habitual, mentalízate y supéralo.

  • Tú no te estás mojando, los peatones y ciclistas sí, ellos querrán pasar, tengan o no el paso.

  • Con lluvia la visibilidad se limita, así que hay cosas que no se ven, éstas van desde un poste hasta una persona.

  • La regla básica: con lluvia, el doble de distancia y la mitad de velocidad.

Desafortunadamente tuvimos dos casos de accidentes que nos dejan mucho que aprender: El primero se dio en la delegación Benito Juárez, cuando un camión revolvedor atropelló a una ciclista que desafortunadamente murió. La versión oficial indica que el camión durante la lluvia decidió pasarse el alto, lo que ocasionó que la mujer fuera derribada aun cuando ella tenía el paso y circulaba dentro de la ciclovía.

¿Qué nos hace perder la calma, qué nos hace acelerar cuando vemos el amarillo del semáforo en lugar de desacelerar, qué nos hace pensar que sólo nosotros somos importantes cuando vamos abordo de un vehículo? Sé que un camión de ese tonelaje no se frena fácilmente, pero será más difícil si no se respetan los límites de velocidad, si no entendemos que con la lluvia, la gente que se está mojando será quizá más imprudente o poco cuidadosa y que será lo que quieran, pero al final una persona no llegó a casa ese día porque a alguien se le hizo fácil romper una simple regla.

El segundo hecho ocurrió en Iztapalapa, una camioneta que transportaba niños hacia la escuela fue embestida por otro auto cuando intentó dar vuelta en una de las avenidas. La versión oficial indica que la camioneta pertenecía a una señora que de buena onda le daba transporte a otros niños mientras llevaba a su hijo al colegio. El saldo, un pequeño de 9 años muerto -el hijo de la conductora- y 3 de los 5 lesionados de gravedad. El chofer del otro vehículo escapó y el video es de lo más trágico que he visto.

Enseñanza. Los niños ajenos se deben cuidar al triple que los propios pues las repercusiones legales son terribles. Los infantes en el auto y en el transporte escolar deberían viajar siempre con cinturón de seguridad, una medida obligatoria para una ciudad como esta y que muy pocos de los servicios de transporte escolar cumplen. Recuerden que hasta los 12 años, los pequeños deben usar sillas o bancos especiales pues su cuerpo no está diseñado para la altura que tienen los cinturones de seguridad. Además, si eres menor de 12 años debes viajar en los asientos traseros, algo que no se cumplió en este accidente. También, las vueltas en “U” ya están prohibidas y aun cuando tengas el paso, nunca asumas nada, la regla básica “voltea a un lado, voltea al otro… y vuelve a voltear” pues hay motociclistas o ciclistas que no se ven, y ya ni qué decir de un auto sin luces en la lluvia.

El vehículo que impactó a los escolapios pegó de lleno, no se sabe si no pudo frenar, si frenó y no fue suficiente o si ni siquiera se percató hasta que sintió el golpe. Además de que excedía la velocidad permitida por más de 30 kilómetros. Por ello, respeten los límites de velocidad, nos podrá chocar y algunos parecen planeados por inexpertos, pero así son las reglas. Segundo, jamás se distraigan, pues bastan segundos para cambiar tu vida o la de alguien más. Y tercero, nunca dejes una escena de accidente, pues automáticamente serás culpable e incluso responsable de asesinato. Por ello, siempre trae tus papeles en regla, tarjeta de circulación, licencia y sobre todo, seguro. Nadie va por la vida queriendo provocar un accidente y los seguros amortizan este tipo de desgracias y por favor, celulares guardados mientras conduces.

El hubiera es el verbo haber conjugado a lo… que ustedes quizá estén pensando. Pero en esta época de lluvias seamos responsables y asumamos que vivimos en sociedad. Cada uno de mis actos tendrá repercusión en los demás y si no, vean todas las inundaciones que se han dado en la Ciudad de México, producto en un porcentaje importante de la cantidad de basura que tiramos en la calle. Las coladeras se tapan por las botellas de plástico, bolsas y cuanta porquería nos dio flojera de llevar a un bote. Es increíble que en los filtros de los ríos y los desagües encuentren muebles, refrigeradores, animales muertos y hasta lo impensable taponeando por donde debería desalojar el agua. Incluso hasta las colillas de cigarros que tiran a las calles cuentan para los tapones, pues si sumamos a todos los automovilistas que no saben para qué sirven los ceniceros del carro, tenemos toneladas de pequeños filtros que se convertirán en un gran problema cuando llueve.

Al final todo es educación, civilidad y tantita madre. Ojalá nos quede la enseñanza y con pequeños cambios logremos avanzar como país. Hacer lo que nos toca como ciudadanos para vivir en un entorno cordial y llegar a un grado de cumplimiento que a la autoridad no le quede otra que ponerse a trabajar.

EN LA LANCHA: Durante las lluvias muchas estaciones del metro se inundaron y en una que no, se dio un hecho interesante. Una persona sin querer o con maldad, dejó caer un paraguas sobre las vías del tren, lo que ocasionó que al pegar el metal con los rieles provocara un corto circuito. Los andenes se empezaron a llenar de humo y las autoridades del servicio pidieron a los pasajeros desalojar la zona. ¿Qué pasó?, que más tardaron en desalojar que en sacar sus celulares para grabar. Sabemos que estamos en la era de registrar todo y subirlo a redes para ver si nos hacemos famosos, pero ante una emergencia de verdad, seamos conscientes y sigamos los protocolos, pues si las cosas se hubieran complicado, se habría perdido tiempo valioso durante el desalojo. O ustedes ¿qué opinan de todo esto?

 

 

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