
Aunque el legado de Chespirito se ha mantenido vivo en millones de pantallas, detrás del ícono hay una historia familiar menos conocida. Roberto Gómez Bolaños, figura central de la comedia televisiva latinoamericana, fue padre de seis hijos, nacidos de su matrimonio con la argentina Graciela Fernández Pierre. Cada uno ha seguido un camino distinto, muchos alejados de los reflectores, pero con huellas visibles del vínculo con su padre.
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Una familia formada antes del estrellato internacional
Antes de consolidar su exitosa relación con Florinda Meza, Gómez Bolaños contrajo matrimonio en 1968 con Graciela Fernández, con quien compartió gran parte de su vida privada. De esa unión nacieron seis hijos: Cecilia, Marcela, Paulina, Roberto, Teresa y Graciela, entre 1959 y 1966. Aunque la pareja se separó en 1989, su familia ya estaba consolidada mucho antes de que el nombre de Chespirito fuera conocido en todo el mundo.
Con Florinda Meza, a quien conoció durante la producción de El Chavo del 8, no tuvo descendencia, ya que se había sometido a una vasectomía previamente.
¿Qué hacen hoy los hijos de Roberto Gómez Bolaños?
Cecilia Gómez Fernández
La primogénita de la familia ha mantenido un perfil reservado, enfocado en su entorno personal. Aunque no figura en medios, ha participado en decisiones clave relacionadas con el legado de su padre, incluyendo actos conmemorativos y actividades privadas.
Marcela Gómez Fernández
Con experiencia en producción televisiva, Marcela colaboró tras bambalinas en algunos proyectos. Hoy canaliza su compromiso hacia lo social, como parte activa de la Fundación Chespirito, centrada en apoyar a menores en situación de vulnerabilidad.
Paulina Gómez Fernández
Paulina tuvo un breve paso por el mundo del entretenimiento, pero decidió alejarse del foco público. Actualmente participa en iniciativas comunitarias y ha sido reconocida por su compromiso con causas sociales y culturales.
Roberto Gómez Fernández
Quizá el más mediático de los seis, Roberto ha desarrollado una sólida carrera en televisión. Ha sido productor de series como El Pantera y Terminales, pero su trabajo más relevante ha sido preservar y expandir la obra de su padre. Entre sus proyectos están la serie animada de El Chavo del 8 y la reciente bioserie Sin querer queriendo, estrenada en junio. También gestiona los derechos de los personajes creados por Chespirito.
Teresa Gómez Fernández
Con una vocación marcada por el servicio, Teresa ha enfocado su vida en la defensa de los derechos humanos, especialmente de comunidades migrantes y de la diversidad sexual. Prefiere mantenerse alejada de los medios y no cuenta con redes sociales públicas.
Graciela Gómez Fernández
La menor de los hermanos ha encontrado su lugar en la labor social y en la Fundación Chespirito. Participa activamente en la difusión de actividades a través de plataformas digitales y redes sociales.
Un legado más allá de la televisión
Aunque cada uno de los hijos de Gómez Bolaños ha trazado un camino propio, todos comparten un origen común: la influencia de un padre que transformó el humor en América Latina. Desde la creación de contenidos audiovisuales hasta la labor social, los descendientes de Chespirito mantienen viva su memoria con acciones más allá de los reflectores.
Con información de Excelsior