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Los teatros independientes de la CDMX advierten estar en fase terminal tras meses de cierre

Los teatros independientes están al borde un inminente cierre de sus once salas, pese a que han buscado sostenerse con todo el esfuerzo de sus recursos

La Red de Espacios Culturales Independientes y Organizados de la Ciudad de México (RECIO), informan que dado que los compromisos financieros no han desaparecido, pese al paro de actividades obligado por la pandemia de COVID-19, al día de hoy esto se ve reflejado en deudas adquiridas, créditos por pagar y disminución en las percepciones económicas del personal a causa de los escasos ingresos.

Señalando que convertirse en parte de los “espacios sobrevivientes a la pandemia” es difícil, pese a que han participado en constantes mesas de trabajo con autoridades federales y locales de cultura, en las cuales han desarrollado estrategias para captar fondos mediante servicios online.

Sin embargo, a miras de una próxima posibilidad de apertura de teatros, una significativa cantidad de espacios carecen de los recursos económicos para regresar en una nueva normalidad, tras casi cinco meses sin operación regular. 

Con este panorama, los teatros independientes están al borde un inminente cierre de sus once salas, pese a que han buscado sostenerse con todo el esfuerzo de sus recursos humanos y de infraestructura, poniendo sobre la mesa que será necesario activar desde otros enfoques la economía del ramo cultural para que al regreso, sigan existiendo. 

El problema es que, cuando un espacio cierra, familias enteras se quedan a la deriva. Técnicos, cocineros, meseros, taquilleros, acomodadores, ellos son el primer círculo.

Actores, directores, productores, escenógrafos, vestuaristas, iluminadores, coreógrafos, diseñadores sonoros, maquillistas, bailarines, cantantes, ellos son el segundo circulo, y ellos pierden espacios dónde crear, y por ende, fuentes de ingreso.

Ellos son el segundo círculo. Y luego están las empresas conexas y las
muchas otras personas que también dependen de nuestra existencia para subsistir: diseñadores gráficos, programadores de páginas web, community managers, contadores, publirrelacionistas, periódicos, revistas, cadenas de radio y televisión que nos tienen por clientes. Y finalmente el público, que también pierde la vasta oferta cultural

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